Gran coca que no puedes dejar pasar. Muy fácil de hacer, pocos ingredientes. Eso sí, de primera calidad deben ser: queso y sobrasada con denominación de origen.

El queso de Mahón es ampliamente utilizado en la cocina de los Països Catalans. Es muy típico asociarlo con sobrasada para diferentes preparaciones, que suelen recibir nombres como "a la menorquina" o "a la mallorquina", por ejemplo en huevos al horno, en bocadillos calientes o en rellenos de pastas saladas y panes. Estos dos productos se emplean también en la elaboración del pan de Sant Jordi, un pan de fiestas con rayas anaranjadas y claras, que quieren representar las cuatro barras catalanas.

También se utiliza mucho gratinado, en tostadas calientes, en platos de pasta al horno y en recetas donde en otros países se utiliza el parmesano, el pecorino, el cantal, el manchego, etc. Combina muy bien con las verduras, en particular con las hortalizas, y también con carnes. Como es originario de una isla, tampoco es difícil encontrar recetas tradicionales y modernas que lo asocian con pescado, como por ejemplo en las albóndigas de cabracho. También se utiliza como condimento en rellenos de canelones o de verduras o para enriquecer rebozados.

Se come con frutos secos o fruta fresca como postre o como merienda, especialmente con dátiles o uvas. El jaleo es un postre tradicional y popular consistente en rebanadas de queso de Mahón semicurado cubiertas de mermelada o de higo seco.

También se come solo, en ensaladas, con pan, en bocadillos, con pan con aceite y con pan con tomate, entre otras preparaciones sencillas pero muy presentes.

Se suele acompañar con vino tinto joven, con quesos de Mahón jóvenes, o más viejos cuando el queso también lo es, o bien con blancos muy frescos y con gran vitalidad, que suavicen las notas punzantes del queso, incluso, un buen cava brut, bien frío, no muy seco.

Por otro lado, la sobrasada es un embutido crudo curado, elaborado a partir de carne seleccionada del cerdo, condimentadas con sal, pimentón y pimienta negra. Se embute en tripa y presenta una lenta maduración.

Este producto es tradicional de las Islas Baleares, y está protegido con el sello de indicación geográfica. La sobrasada se consume de diversas maneras: tostada en invierno, o untada en pan y cruda en verano. También se utiliza en diversas recetas de cocina mallorquina, como el "arroz brut" o cocinada y mezclada con miel. Aunque pueden durar varios años en un lugar seco, lo habitual es consumir la longaniza durante el primer invierno, la sobrasada en verano, y las más grandes cuando se hace la matanza del año siguiente.

Con todo ello y bien conjugado, solo te hará falta una buena compañía para disfrutar de una comida inolvidable.

Si te gusta la combinación, no dejes de visitar el bocadillo "Mallorquí".

¡Vamos!

Ingredientes
  • Queso de Mahón en dados
  • Sobrasada de Mallorca en dados
  • 1 lámina de masa brisa o pizza
  • Orégano
  • Miel
Preparación
1.

Para hacer esta receta, es imprescindible queso y sobrasada con D.O. 

2.

Corta la sobrasada.

3.

Si tienes un trozo de pan a mano, no podrás resistirte a probarla bien tostadita con un soplete de cocina. 

4.

Corta el queso en trozos. 

5.

Y la sobrasada también. 

6.

Puedes utilizar una base de pizza o de pasta brisa, pero también puedes preparar la masa tú mismo. En nuestro recetario encontrarás la receta. 

7.

Moja la capa superior con aceite de oliva virgen extra y distribuye la sobrasada.

8.

Incorpora los trozos de queso. 

9.

Finalmente, échale un poco de orégano por encima.

10.

Y se hornea a unos 200-210 grados.

11.

Hasta que quede bien cocida y bien crujiente. Unos 10-12 minutos serán suficientes.

12.

Tan pronto como salga del horno, y aún en caliente, échale por encima un buen chorro de miel. 

13.

¡Y a disfrutar, que son dos días!

¡Buen provecho!