Cuando avanza el otoño y los días se hacen más cortos, el cuerpo pide platos confortables que reconforten el alma y aporten energía de manera saludable. Este guiso rápido de garbanzos con acelgas y huevo es una de esas propuestas sencillas que, sin grandes complicaciones, ofrecen un resultado excepcional. Elaborado con ingredientes frescos, de temporada y económicos, este plato combina la calidez de las legumbres con la suavidad de la calabaza y la frescura mineral de las acelgas. Una opción perfecta para quienes quieren disfrutar de una comida completa, ligera y equilibrada, en menos de media hora.
El guiso de garbanzos ideal para el otoño
El secreto de este guiso radica en su base vegetal: el puerro y la calabaza, dos hortalizas que aportan aroma y dulzor natural, sin necesidad de recurrir a salsas o espesantes artificiales. El puerro es rico en fibra y compuestos sulfurados con propiedades antioxidantes, mientras que la calabaza, llena de betacarotenos y vitaminas A y C, contribuye a reforzar el sistema inmunitario, especialmente en esta época de cambios de temperatura. Una vez cocidas y trituradas, estas verduras crean una textura melosa y untuosa que envuelve los garbanzos y da al plato una consistencia ideal para los días más frescos.
Los garbanzos, ya cocidos para ahorrar tiempo, son el corazón nutricional de esta receta. Son una fuente excelente de proteínas vegetales, hierro y fibra soluble, que favorece la saciedad y ayuda a regular los niveles de colesterol. Además, aportan una sensación de bienestar y energía sostenida, ideal para afrontar la jornada con vitalidad. Añadir las acelgas —o espinacas, si se prefiere una versión más suave— en los últimos minutos de cocción, garantiza que mantengan su color verde intenso y la mayor parte de sus nutrientes. Su contenido en ácido fólico, calcio y magnesio las convierte en un aliado valioso para la salud cardiovascular y ósea.
Un guiso de garbanzos con acelgas y huevo, rico en fibra, vitaminas y sabor. Ideal para los días frescos de otoño: nutritivo, reconfortante y rápido de preparar

Una receta de otoño que ejemplifica la cocina mediterránea más auténtica
Para completar el plato, el huevo cocido durante solo cinco minutos añade un toque de proteína de alta calidad y una textura cremosa que contrasta con la densidad del guiso. El toque final de aceite de oliva virgen extra mezclando un poco de pimentón dulce eleva la receta a un nivel superior. Una mezcla fantástica para obtener antioxidantes naturales y grasas saludables que, además de potenciar el sabor, contribuyen a la buena salud cerebral y a la prevención de enfermedades inflamatorias. Este guiso de garbanzos con acelgas y huevo es una receta de otoño que ejemplifica la cocina mediterránea más auténtica: sencilla, equilibrada y nutritiva. Es una manera deliciosa de cuidarse sin renunciar al placer de comer bien, aprovechando lo mejor de la temporada y recordando que, a menudo, las combinaciones más humildes son las que ofrecen los resultados más satisfactorios. Un plato de cuchara que calienta el cuerpo y calma el espíritu.