La temporada de mandarinas ya está aquí. En octubre empiezan a llegar a los mercados las primeras piezas de la cosecha, un poco más verdes y con un punto más fresco, pero con toda la intensidad de sabor que las caracteriza. Esta fruta es una de las más consumidas del otoño y el invierno, no solo por su dulzura y practicidad a la hora de pelar, sino también por su papel clave en la prevención de resfriados gracias a su alto contenido en vitamina C. Mientras que España es uno de los principales productores mundiales, en Catalunya, el Baix Ebre y el Montsià son las comarcas que concentran casi toda la producción.

Empieza la temporada de mandarinas: todo lo que debes saber

El origen de la mandarina se encuentra en Asia, donde se cultivaba desde hace siglos. Llegó al Mediterráneo en el siglo XIX y se adaptó muy bien gracias al clima templado. Con los años, se introdujeron variedades híbridas como la clementina y la satsuma, que hoy son las más conocidas. Catalunya cuenta con unas 9.000 hectáreas de cítricos, y el 75 % corresponden a mandarina, según datos del Departament de Acció Climàtica de la Generalitat. Esto sitúa el territorio como un productor modesto, pero consolidado, especialmente en el sur, donde la climatología es favorable. Incluso hay iniciativas singulares, como la finca Can Carlets en Collserola, que cultiva mandarinas en plena área metropolitana de Barcelona.

Mandarina / Foto: Pixabay
Pistoletazo de salida a la temporada de mandarinas / Foto: Pixabay

Nutricionalmente, la mandarina es mucho más que vitamina C. También aporta fibra soluble, que ayuda a regular el colesterol y la glucosa en sangre, y contiene minerales esenciales como potasio, calcio y magnesio, importantes para el correcto funcionamiento muscular y óseo. Los flavonoides y carotenos que hay en la fruta actúan como antioxidantes, protegiendo el organismo del daño celular. Un detalle poco conocido es que el albedo —la parte blanca entre la piel y los gajos— concentra una buena parte de la fibra y de los compuestos antioxidantes, y a menudo se elimina por comodidad. Varios nutricionistas recuerdan que comer la mandarina con parte de esta capa puede ser más beneficioso que quitarla del todo.

Las mandarinas de temporada aportan vitamina C, antioxidantes y fibra, refuerzan el sistema inmunitario y son un producto clave de las tierras del Baix Ebre y Montsià

A la hora de consumirla, hay que tener en cuenta algunas prácticas sencillas para conservar sus propiedades. El zumo debería consumirse inmediatamente después de exprimirlo, ya que la vitamina C se degrada rápidamente con el contacto con el aire. Los segmentos frescos, si se guardan en la nevera, aguantan entre cinco y siete días. Otro consejo es aprovechar su piel rallada, rica en aceites esenciales que aportan aroma y sabor en repostería, bebidas o salsas. Las primeras mandarinas de la temporada, algo más verdes, son especialmente buenas para dar un toque ácido y refrescante a platos dulces y salados.

Una receta fabulosa con mandarinas

Como la temporada de mandarinas empieza ahora, os proponemos una receta ideal: las tartaletas de mandarina. Toma mandarinas bien frescas y prepara una base de masa dulce (por ejemplo con harina, mantequilla, azúcar y huevo), forra moldes pequeños y cuécelos ligeramente. Aparte, prepara una crema suave de mandarina con zumo exprés, un poco de nata o crema y azúcar, añade mascarpone o queso fresco para dar cremosidad y deja enfriar. Una vez frías las bases, llénalas con esta crema intensa de mandarina y decora con ralladura fina y pequeños segmentos. Esta combinación resalta todo el perfil aromático de la mandarina: frescura cítrica, dulzor equilibrado y esa vivacidad propia de las primeras mandarinas de la temporada.