¡Hola hola, gourmeters! Toca volver al mercado, concretamente al Mercat del Ninot, donde entre paradas históricas y clientela fiel, hay un lugar donde el aperitivo se ha convertido en arte: Perelló 1898, una casa centenaria que ha sabido conservar la esencia de los inicios con una mirada actualísima. Perelló 1898 es una parada histórica fundada por la familia Perelló a finales del siglo XIX. Especializada en bacalao y aperitivos selectos, la parada ha mantenido la tradición de la pesca artesanal y la calidad del producto.
La historia de Perelló 1898 es un testimonio de la evolución gastronómica de Barcelona, desde las primeras ventas de pescado salado hasta la actual oferta de aperitivos gourmet. La parada ha sido un punto de encuentro para generaciones de barceloneses que valoran la calidad y la autenticidad de sus productos, y yo eso no me lo quiero perder. Hoy en día, Perelló 1898 sigue siendo un referente en el mundo de la gastronomía local, manteniendo vivo el espíritu de la tradición familiar.
Aperitivos con alta calidad gourmet
En Perelló 1898 se vende una selección muy cuidada de productos del mar y aperitivos gourmet, con un gran protagonismo del bacalao y las conservas artesanas. Es un destino mítico para los amantes del vermú, las anchoas y los sabores intensos pero delicados. Cuando nos plantamos delante de la parada nos espera David Perelló, que es la cuarta generación al frente del negocio, y nos explica que sus bisabuelos abrieron la primera parada en la esquina de Villaroel con Mallorca. Allí, Enriqueta y Emili vendían salazones, conservas y adobados cuando no había neveras y años después fueron al Mercat del Ninot.

De aquella parada, recuerda a David, quedan las técnicas de conservación que se siguen aplicando 118 años después, y a fin de que no se pierdan y se sigan utilizando muchos años más, decidieron crear la barra de degustación, que es donde nos sentaremos dentro de un ratito.
Antes de comer, hay que comprar
Los trabajadores de Perelló 1898 realizan la compra diaria en el mercado para asegurarse del frescor de los ingredientes, que posteriormente utilizan para elaborar platos como gildas, brandada y bacalao a la llauna, ensaladas... Este proceso refleja el compromiso de la familia con la calidad y la pasión por la cocina tradicional. Así que antes de empezar a comer iremos a comprar con Jenny que ya la conocen en todas las paradas. Parada en Fruites i Verdures Rovira a buscar tomates, pimientos y cebollas y también en Ous de Calaf, a buscar los huevos más preciosos que nunca he visto (por cierto, la variedad de huevos de esta bonita parada os dejará perplejas).
Ahora que lo tenemos todo, ya podemos ir a sentarnos en la barra de Perelló 1898 y a esperar que Gabriel, el chef, nos prepare alguna de sus especialidades combinando los productos de su parada con los que hemos ido a comprar. Empezamos con unas gildas de bacalao de Islandia desalado en su obrador con piparra, tomate confitado y olivas de kalamata, y unos boquerones caseros con un poco de ralladura de limón y naranja. No me negaréis que son dos aperitivos de categoría.

De aquellos huevos maravillosos de Calaf, Gabriel hace una tortilla abierta con cebolla y tomate confitados, bacalao y pimientos del Padrón. La dulzura de la cebolla y el tomate combinan a la perfección con el intenso umami del bacalao y el toque atrevido de los pimientos del Padrón; un plato con capas de sabor de 10. Seguimos con unos puerros con unas láminas de atún, tomate en escabeche y una salsa tzatziki, que es una salsa griega refrescante y cremosa que se hace con yogur, ajo, aceite de oliva y pepino (aunque la de Gabriel es especial porque lleva pepinillo envinagrado en lugar de pepino rayado).
¡Qué trozo de bacalao!
El plato fuerte, evidentemente, es un lomo de bacalao espectacular, de estos que cuando rompes con el tenedor se forman unos lomos grandes y carnosos. Para respetar el producto al máximo, se hace a la plancha y se sirve con pimiento confitado y cebolla, tal como le enseñó su madre. ¿Por qué es tan bueno este plato tan sencillo? Pues porque el producto de Perelló 1898 es de calidad y alta gamma, y el pimiento y la cebolla se han comprado en la parada de enfrente; ¡esta es la magia de los mercados!

Y es que Perelló 1898 no es solo un lugar para comprar, sino una experiencia que conecta a los visitantes con la historia y la cultura culinaria de Barcelona. Su presencia en el Mercat del Ninot es un reflejo de la vitalidad y la diversidad gastronómica de la ciudad, donde la tradición y la innovación coexisten para ofrecer una experiencia única a los amantes de la buena comida. Y una última cosa gourmeters, si después de conocer el Perelló 1898, tenéis ganas de descubrir la historia del Mercado del Ninot, no os perdéis el video y el reportaje del Barcelona Exprés de Jordi Palmer; lo encontraréis en la portada y en la Instagram del Nacional! Buen provecho y hasta pronto!