En el corazón de Barcelona nace un restaurante con historia, con alma y con un propósito muy claro: compartir la esencia más auténtica de la cultura vietnamita. El restaurante Vietnam authentic restaurant (c/ de la Marina, 298) está fundado por un grupo de amigos que llegaron a la ciudad condal en 2010 para estudiar, este proyecto nace de la nostalgia, del amor por sus raíces y del deseo profundo de mantener viva la memoria de su país natal.
Un rincón del alma vietnamita en Barcelona
Después de muchos años viviendo lejos de casa, nunca quisieron perder el lazo con la tierra que los vio nacer. Y fue la cocina —aquella que aprendieron de sus madres y abuelas— la que se convirtió en el puente más fuerte hacia sus orígenes. Ellas no solo les enseñaron a cocinar, sino también a cuidar de los demás a través de una alimentación fresca, saludable y llena de amor. En cada plato hay una historia, una enseñanza, una memoria compartida en la mesa familiar.
La cocina que ofrecen está profundamente arraigada en la generosidad de la naturaleza de Vietnam, un país tropical con abundante agua, ríos y campos fértiles. Esta riqueza natural ha dado origen a una tradición culinaria basada en el cultivo de arroz (blanco, negro y sus derivados como el licor o los dulces), la pesca de mariscos y peces, y el uso de productos fermentados como la salsa de pescado y de gambas. También están muy presentes las frutas y verduras frescas, que aportan color, sabor y salud a cada preparación.
La historia de Vietnam —marcada por algunas de las guerras más duras del mundo moderno— también ha influido profundamente en su gastronomía. En tiempos de escasez, surgieron recetas diseñadas para conservarse durante mucho tiempo, lo que dio lugar a técnicas únicas de fermentación, secado y equilibrio nutricional. Cocinar se convirtió en un acto de resistencia cultural, de protección de la identidad vietnamita y del territorio. De hecho, los platos vietnamitas han alimentado y formado a generaciones de personas fuertes, tanto física como mentalmente, capaces de resistir y mantener viva su identidad en medio de las épocas más duras de la historia nacional.
Esta cocina, además, se basa en los principios de equilibrio de la filosofía taoísta asiática: los cinco elementos —metal, madera, fuego, agua y tierra— se combinan para crear armonía en cada plato. Al mismo tiempo, se respeta el equilibrio del yin y el yang, es decir, la coexistencia de elementos opuestos, pero complementarios: lo caliente y lo fresco, lo seco y lo húmedo, lo ácido y lo dulce.
Este restaurante no es solo un espacio gastronómico; es un regalo. Un regalo que estos jóvenes soñaban ofrecer a los comensales catalanes: la cocina vietnamita más tradicional, sencilla y saludable, pensada para compartir, para reunir a familiares y amigos, para crear momentos memorables en torno a la comida.
La decoración del local es una inmersión a la cultura del norte de Vietnam. Con materiales rústicos, flores tropicales, madera natural y arte que cuenta historias de mujeres vietnamitas —madres, abuelas, guerreras, artistas, políticas— que han luchado con valentía durante épocas de guerra y escasez. Son mujeres que representan el espíritu feminista y resiliente de un país marcado por su historia.
Cada rincón del restaurante está impregnado del estilo vintage y artístico propio de Vietnam, con detalles que evocan la arquitectura indochina florecida entre 1890 y 1954, mezcla elegante de influencias vietnamitas y francesas. El amarillo cálido de las paredes, la madera envejecida y los objetos traídos directamente de su tierra crean una atmósfera exótica, íntima y profundamente cultural. Este restaurante es un lugar donde la comida se convierte en lenguaje, y el amor por las raíces se transforma en experiencia. Un espacio donde cada bocado cuenta una historia y cada detalle nos transporta a la Vietnam más auténtica.