En los supermercados, mercados y tiendas de comestibles de Cataluña encontrarás el plátano macho en todas sus etapas de maduración. Al principio es verde y duro como una piedra, ideal para freír. Y, a medida que madura, este amarillea hasta adoptar el aspecto de un tronco carbonizado. Incluso en sus postrimerías, donde el plátano de Canarias ya no ofrece ninguna posibilidad más allá del vinagre, el plátano macho sigue ofreciendo opciones como esta.

LA GOURMETERIA 4 30 F

 

Ingredientes para 4 personas

  • 2 plátanos machos bien maduros (de color amarillo ennegrecido)
  • 100 g de mantequilla
  • 400 g de nata líquida para montar
  • 50 g de azúcar
  • Zumo de un limón
  • Piel de una naranja

Receta paso a paso

1. Cortar los extremos superior e inferior de cada plátano, y cortarlos en tercios sin retirar la piel.

2. Poner agua abundante en una olla. Cuando hierva, añadir los trozos de plátano y hervirlos durante 10 o 12 minutos hasta que se hayan hinchado y la piel se haya roto.

3. Retirar los plátanos con una espumadera, escurrirlos y dejarlos enfriar. Cuando estén bien fríos, pelarlos por completo.

4. Poner la mantequilla en una olla o cacerola pequeña y fundirla a fuego suave. Cuando esta empiece a hervir, agregar el jugo de lima, los trozos de plátano y, con una cuchara, empaparlos durante 2 o 3 minutos. Reservar y cortarlos en rodajas cuando estén fríos.

5. Montar la nata con una batidora eléctrica o de mano. A los que os guste bien dulce, podéis añadir hasta 150 g de azúcar a 500 ml de nata líquida para montar (mínimo 35% de materia grasa), aunque 75g es una cantidad bastante razonable.

6. Emplatar con la nata en la base, las rodajas de plátano encima y coronar con la ralladura de naranja.

Gastronomía la Gourmeteria Platan Sergi Alcazar 18

Plátano macho con mantequilla y nata / Sergi Alcázar

Consejo

Para que los trozos de plátanos queden bien bañados con mantequilla, prueba a mojarlos de dos en dos. Por otro lado, cabe decir que la mantequilla comercial del mercado español es bastante insípida. En este aspecto, si te decantas por las mantequillas ecológicas no te arrepentirás.