Cuando los mejillones están frescos, de cualquier manera son buenos. Pero a la marinera, cuando en lugar de tomate pera o tomate en lata se utiliza un auténtico tomate de verano, la receta alcanza una dimensión insólita; la genuina; la auténtica. Además, es una receta perfecta para los días de vacaciones: rápida, nutritiva y pensada para compartir.
INGREDIENTES
- 1 kg de mejillones
- 6 dientes de ajo
- 500 g de tomate de verano rallado
- 50 ml de vino blanco seco
- 2 cucharadas de perejil picado
- 1 cucharada de harina
- Aceite de oliva virgen extra
RECETA
- Limpiar los mejillones. Descartar los individuos abiertos o con la cáscara rota. Retirar las barbas de los mejillones pellizcándolas entre el dedo gordo y un cuchillo, y tirando de ellas hacia el vértice del molusco. Eliminar con el cuchillo los posibles restos de conchas adheridas. Reservar.
- Rallar el tomate y reservar.
- En una cazuela, poner un chorro generoso de aceite de oliva. Cuando esté bien caliente, añadir los ajos laminados y sofreír 20 segundos a fuego vivo. Seguidamente, añadir el tomate y dejar cocer a fuego medio 10 minutos.
- Desglasar con el vino blanco, añadir el perejil picado, la cucharada de harina y sofreír el conjunto 2 minutos más.
- Agregar los mejillones, mezclar y tapar. Cocinar hasta que se hayan abierto y estén totalmente cocidos.
- Antes de servirlos, remover bien para ligar la salsa y permitir que esta penetre en las conchas.
CONSEJO
La cocción de los mejillones es más sutil de lo que parece. Más bien crudos no gustan a nadie. Pero si te pasas de cocción, se encogerán y resecarán en cuestión de segundos. Considera un tiempo óptimo de cocción entre 3 y 4 minutos, dependiendo de la temperatura de los mejillones.