Hay platos excepcionales que son más rápidos de hacer que de comer. Y las gambas al ajillo, un plato típico de los bares del centro y sur de España, es sin duda uno de estos platos. Por norma general, cuanto menos ingredientes lleva una receta, mejores tienen que ser. En este caso, el secreto está en las gambas, que más que rojas —de hecho, casi mejor que sean blancas—, deben ser extremadamente frescas.
INGREDIENTES
- 1 kg de gambas blancas
- 8 dientes de ajo
- 8 guindillas picantes (alargadas o redondas)
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimentón de La Vera (picante)
- Perejil fresco
RECETA:
- Pelar las gambas (aprovecha las cabezas y las cáscaras para hacer un fumet).
- Pelar y laminar los ajos.
- Lavar y picar el perejil.
- En una cazuela, añadir un dedo generoso de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté bien caliente, añadir las guindillas y los ajos, y freírlos 20 segundos. Seguidamente, añadir el perejil, esperar 10 segundos más y finalmente añadir las gambas.
- Cocinar las gambas durante 1 o 2 minutos según su calibre.
- Servir las gambas con una pizca de pimentón por encima, encharcadas de aceite.
CONSEJO
La manera tradicional de cocinarlas es en una cazuela de barro. Sin embargo, si una vez cocidas las cambias de recipiente, esto ayudará a cortar la cocción y evitará que las gambas se resequen. Por otra parte, cuando peles las gambas puedes dejar la cola entera para así cogerlas con los dedos.