Imagino que hay mil maneras de cocinar las patatas, pero te aseguro que esta es una de las mejores. Una vez las pruebes no sabrás cómo volver a la patata hervida, asada o incluso frita, y entenderás que hay vida más allá de las salsas como el alioli o la mostaza. Porque, lo más impresionante de esta patata es que no necesita acompañamiento; o, en el mejor de los casos, solo necesita cuatro setas salteadas para recordarnos que estamos en otoño y que hay que vivirlo intensamente. 


LA GOURMETERIA 4 50 M

Ingredientes para 4 personas

  • 1 kg de patatas enanas
  • 300 g de negrillas
  • 50 g de mantequilla
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 2 puñados de sal
  • 1 pizca de pimienta negra
  • 1 pizca de tomillo o ajedrea en polvo
  • 1 diente de ajo

Receta

1 Lavar las patatas y retirar los gajos si fuera necesario.

2 Verter 2 litros de agua filtrada en una olla. Cuando empiece a hervir, añadir un puñado de sal y las patatas enteras, con piel, y cocinarlas unos 20-25 minutos hasta que estén bien tiernas en el interior. Colar y dejarlas enfriar a temperatura ambiente.

3 Preparar el aliño: deshacer la mantequilla en el microondas o en una cazuela, sin quemarla. Verter en un bol y añadir un puñado de sal, el aceite, las hierbas, la pimienta, y el diente de ajo rallado muy fino o aplastado con una prensadora.

4 Precalentar el horno a 250 grados, con calor arriba y abajo. Sobre una bandeja de horno, colocar un papel sulfurizado (de horno) y repartir las patatas de manera equidistante sobre la superficie. Seguidamente, agarrar un vaso y con su base aplastar una por una las patatas de forma que queden de un centímetro de espesor.

5 Con un pincel de cocina, o con una cuchara, pintar la superficie de las patatas con el aliño de manera que queden bien empapadas. Finalmente, colocar la bandeja en el horno y cocer unos 20 minutos o hasta que estén bien gratinadas.

6 Calentar una sartén con un chorro generoso de aceite. Cuando éste tome temperatura, añadir las negrillas previamente seleccionadas, un puñado de sal, y saltear a fuego fuerte hasta que hayan soltado su agua y la hayan vuelto a absorber. La idea es que queden ligeramente crujientes, y no viscosas.

7 Emplatar las patatas y coronar con las setas salteadas.

interior

CONSEJO

Es muy importante que una vez hervidas las patatas se enfríen completamente antes de no aplastarlas. Y, si observas que en el horno no se tuestan lo suficiente, añadir un chorrito de aceite y acercarlas al gratinador.