El Matcha es un té verde en polvo, que se popularizó gracias a los monjes Zen de Japón, aunque es originario de China. Sus hojas de gran sabor, “Camelia Sinensis”, se cultivan a la sombra y por esta razón incrementan los niveles de clorofila y de antioxidantes. De aquí su color verde intenso. Las hojas se cosechan para después cocerse al vapor y dejarse secar, para posteriormente molerlo en un molino de piedra, el resultado es un polvo muy fino de verde oscuro. Si quieres saber cómo prepararlo, aquí te lo contamos.

Matcha / Fuente: Unsplash

Para empezar, vas a necesitar los siguientes ingredientes:

  • Agua caliente (unos 190 ml),
  • 50-60 ml de leche (puede ser vegetal o de vaca, aunque la primera le dará un toque más dulce sin necesidad de que le tengas que añadir nada; eso sí, no le sacará tanta espuma como la leche animal) 
  • 1 cucharada de té verde matcha.

Si, además, quieres prepararlo realmente bien, te invitamos a que te hagas con una cuchara medidora de té matcha (de bambú), o lo que es lo mismo, un bambú chashaku, ya que tiene la medida perfecta necesaria para cada taza de té matcha, así como con un batidor de bambú para té matcha, al que los japoneses llaman Chasen. Por supuesto, no podemos olvidarnos de un bol, en el que batirás el té matcha, antes de verterlo en una taza o de beberlo directamente en el mencionado bol. 

Una vez tengas todos los ingredientes y el material necesario, en el bol, pon el té matcha y añade unos 60 ml de agua caliente (a unos 80 grados) y bate bien con el chasen, remueve toda la mezcla. Cuando hayas eliminado todos los grumos, añade el resto del agua y vuelve a batir. Por último, incorpora la leche que habrás calentado previamente.

Té Matcha / Fuente: Unsplash

El té Matcha ha formado parte de la medicina preventiva oriental desde hace siglos

A modo de decoración, también puedes batir un poco la leche con un batidor eléctrico, de manera que saque la espuma y espolvorear sobre ella un poco de té matcha o canela.

El té Matcha ha formado parte de la medicina preventiva oriental desde hace siglos, y se ha asociado constantemente a la longevidad y vitalidad de la población japonesa. Entre sus beneficios, te encantará saber que:

  • Es ideal en dietas de control de peso.
  • Ayuda con la concentración y relajación.
  • No produce sueño ni sensación de cansancio.
  • Es energético y acelera el metabolismo.
  • No es excitante ni produce nerviosismo como el café.
  • Contiene 137 veces más antioxidantes que el té verde.
  • Es alto en fibra y clorofila.
  • Ayuda con la retención de líquidos.
  • Es alto en catequinas con propiedades antibióticas.
  • Contribuye al bienestar general del cuerpo.

Como ves, un alimento más que bueno al que te recomendamos darle una oportunidad.