El tartar es un plato a base de carne o pescado crudo, picado fino, con un cítrico (lima o limón) y que se condimenta o aromatiza con especias y salsas. Lo cierto es que reúne todos los requisitos para considerarse un plato apropiado para una ocasión especial porque es muy vistoso y de potente sabor. Sin embargo, lejos de ser algo complejo, es una receta sencillísima y que se puede preparar con antelación, ¿qué más se puede pedir?

Además se suele tomar sobre tostadas o en cucharitas, a modo de canapé, con lo que el impacto visual y estético está totalmente asegurado. Eso sí, la materia prima principal, en este caso atún rojo, tiene que ser fresco y de buena calidad para que el plato luzca como lo merece.

Atún
Atún / Fuente: Unsplash

¿Cómo puedo preparar el tartar de atún?

Lo primero que haremos es trocear el lomo de atún en piezas muy finas, es decir, lo picamos. Este proceso lo hacemos a cuchillo, por lo que necesitamos de uno que esté bien afilado, de lo contrario, en lugar de trocearlo, lo estaremos machacando y no quedará igual. Mezclamos el atún picado con la salsa de soja y la salsa wok y lo dejamos macerar en la nevera durante 15 minutos.

Picamos el pimiento en brunoise fina y, en una sartén, lo sofreímos en una cucharada de aceite de oliva, a fuego muy lento. Una vez listo, retiramos la sartén del fuego y dejamos que el pimiento se enfríe. Mientras tanto, picamos finamente el apio y también las alcaparras. Cuando el pimiento se haya enfriado, lo agregamos al atún picado junto con el apio y las alcaparras. Removemos.

Por último, incorporamos la salsa mayonesa y el zumo de limón. Removemos nuevamente hasta integrar y servimos inmediatamente sobre hojas de cogollos de lechuga, lavadas y escurridas, y espolvoreado de semillas de sésamo, para aportar un toque crujiente.

Tartar
Tartar / Fuente: Unsplash

Si no eres muy fan del pescado crudo pero te gustan este tipo de preparaciones, siempre puedes adaptarlas

Si no eres muy fan del pescado crudo pero te gustan este tipo de preparaciones, siempre puedes adaptarlas. Por ejemplo, a veces podemos preparar el tartar de salmón para aquellas personas que toleren más este pescado crudo, y queda absolutamente espectacular con ese toque tan peculiar a eneldo que le podemos añadir y que tanto liga con el salmón. Otra opción es utilizar por ejemplo bonito en salazón, aunque en esta ocasión no tendrás que añadir nada de sal, y ten cuidado de no pasarte con la salsa de soja. No queda tan jugoso, pero es ideal para quien prefiere que el pescado no sea crudo. ¿De qué será tu próximo tartar?