Jordi Domingo ganó las elecciones del Consell de la República con el 66% de los votos, quedando por encima de otros candidatos, como Montserrat Duran o Toni Comín. Tres meses después, el excónsul de Mar presentó el pasado sábado su gobierno de la entidad en el exilio en Cervera, con nombres como Eudald Carbonell, Imma Tubella, Joan Passolas, Marga Payola, Àlex Fanoll y Montserrat Rossell. Domingo hizo un llamamiento a empezar el tiempo de la recuperación después de un año de crisis del Consell de la República, marcado sobre todo por el caso Comín.
¿Cómo han estado estos primeros meses como presidente del Consell de la República?
Han sido de un trabajo interno frenético para enderezar toda la situación y para abrir perspectivas de futuro. Quizás la gente pensaba que no se hacía nada, pero hemos ido construyendo las bases esenciales para que el futuro tenga perspectivas reales. Hemos construido una anchísima base de asesores externos que llega ya a unos ochenta o la construcción del mismo gobierno que hemos tenido que trabajar. Y, sobre todo, ir revisando cuál es la situación real de la institución, tanto de los consejos locales como desde el punto de vista económico.
Durante la campaña, explicó que las primeras cosas que haría sería reunirse con entidades y con los partidos... ¿Con quién se ha reunido hasta ahora?
Me he reunido con todas las instituciones que trabajan por la conciencia nacional y la movilización del país, por la cultura o por la lengua. Es decir, con la ANC, Òmnium Cultural, Plataforma per la Llengua, la Intersindical, AMI, Soberanía y Justicia... y seguro que me dejo otros. Con este grupo institucional que está más a pie de la calle y que trabaja activamente por la conciencia nacional y la movilización del país y todo eso que compuerta en el ámbito cultural y lingüístico ya me he reunido. Todavía nos queda mucho por trabajar y hacer una agenda común para que seamos eficientes y eficaces. A nivel dialéctico todos nos hemos puesto de acuerdo que lo teníamos que hacer, pero ahora falta ponerlo en práctica.
Por otra parte, me he reunido ya con algún partido, aquí sí que los he dejado con un segundo plano, pero me pienso reunir sin ningún tipo de duda, pero todavía falta cubrir todo el abanico.
¿Si no voy errado, se reunió con Junts per Catalunya, sin embargo, con Esquerra Republicana y la CUP lo ha hecho?
Con ERC tenía la agenda cerrada, lo que pasa es que a última hora hubo problemas de agenda que nos obligó a posponerlo. Con la CUP también pasó una cosa concreta que, por circunstancias de la vida, se tuvo que posponer una reunión que teníamos con el alcalde de Girona, Lluc Salellas, y con miembros de la CUP.
¿Cómo es que han tardado hasta tres meses en anunciar el nuevo gobierno?
Estatutariamente, nos lo permitía y el plazo máximo era de tres meses. No quisimos salir al día siguiente a decir que haríamos eso o aquello sin saber seguro que lo haríamos o que lo podíamos hacer y que teníamos las herramientas para poder hacerlo. No hay que olvidar que venimos de una transición dentro de la institución complicada y que no ha sido fácil. Es una situación en la cual el espacio del Consell per República no era un espacio pacífico ni en el sentido reputacional, ni en el económico, o en el sentido de consolidación muy potente de los consejos locales... Todo eso se tenía que diseccionar con bisturí. Teníamos que saber cuál era la herencia que teníamos.
¿Han acabado haciendo alguna auditoría interna?
Lo estamos haciendo. No es exactamente una auditoría, no nos confundamos. Un informe económico y jurídico es más útil que una auditoría. La auditoría siempre son mecanismos muy pautados y estructurados que están muy bien con las mercantiles, ya que estudian si el balance corresponde a la realidad auténtica de aquella sociedad. En cambio, un informe es mucho más amplio. Estamos trabajando los años 2024 y 2025. Yo lo quería tener antes del 17 de mayo, pero las cosas van mucho más retrasadas de lo que yo hubiera querido, porque hay dificultades en determinada documentación. Una vez esté, obviamente no habrá inconveniente al hacerlo público o, como mínimo, compartirlo con los consejos locales y con quienes sea necesario.

¿Tienen las cuentas saneadas?
Inicialmente, el 30 de junio tenían que quedar saneados del todo. En este tiempo de estudio nos hemos encontrado con que había algunas deudas con la Hacienda pública belga que no contábamos y se tiene que acabar de concretar. Estamos en conversas con la Hacienda pública belga para ver si podemos hacer unos ciertos aplazamientos para quedar saneados y absolutamente netos de cualquier tipo de pasivo.
¿Es posible llegar al 30 de junio con las cuentas saneadas?
El 30 de junio yo creo que ya marcaremos un cierto cambio de paradigma. Es decir, cerraremos todas las deudas con el pasado de proveedores. En cambio, con los trabajadores están todos liquidados con saldo y finiquito. Con eso cerramos la mayor parte de la deuda que había acumulado. Ahora ha surgido este tema de la Hacienda pública belga, y habrá que ver en qué términos podemos obtener un aplazamiento cómodo para que el Consell no se vea más resentido de la cuenta.
Usted este sábado en Cervera anunció los nombres que forman parte de su gobierno. ¿Cómo es que finalmente Jordi Castellà, con quien en el último día de campaña anunciaron que unificaría las candidaturas, no forma parte del gobierno, pero sí que será comisionado del Pacto Nacional por el Reconocimiento Internacional de la Nación Catalana?
Eso fue un pacto entre él y yo. Él, de alguna manera, lo puso encima de la mesa y se sentía más cómodo haciendo un rol de comisionado más que de ser miembro activo del gobierno. Estamos en una muy buena sintonía, trabajaremos juntos, el gobierno dará apoyo a todo el pacto y no hay ningún tipo de problema.
Usted el sábado también anunció el Pacto Nacional por el Reconocimiento Internacional de la Nación Catalana. ¿En qué consiste?
Lo explicaremos el 27-28 de junio, pero es un intento real de propiciar que, a través de Naciones Unidas, se reconozca el derecho de autodeterminación de los catalanes. Es un tema que Jordi Castellà ha estudiado muy bien. Desdichadamente, a veces por estos problemas que tiene este país, nos hacemos tiros en el pie, y por eso no prosperó en la causa catalana. En cambio, sí que prosperó la experiencia guineana. Intentaremos que este ejemplo de los años 60' sea posible en el mundo de hoy. Habrá que trabajar mucho, porque en estos momentos no hay una mayoría parlamentaria ni un Govern de la Generalitat independentista, que facilitaría extremadamente las cosas. Hoy puede ser una quimera, pero también lo parecía el día que se hicieron las primeras consultas en Arenys de Munt. Nuestra aspiración es que se vuelva a movilizar el país y que sea realmente uno de los puntos claves de nuestro gobierno.
Teniendo en cuenta que en el Pacto Nacional por la Lengua no formaron parte el principal partido de la oposición, como es Junts, la CUP o entidades como USTEC. Entiendo que en este pacto nacional tendrá que haber todas las entidades y todos los partidos independentistas...
Yo he venido a este Consell de la República para una cosa que me ha obsesionado desde el primer día, que es la unidad del independentismo. Y no me refiero a la unidad de los partidos, porque esta es mucho más complicada. Todo el mundo tiene intereses partidistas y legítimamente defiende aquel espacio ideológico o de conveniencia política. Además, están focalizados en el autonomismo que a mí me interesa muy poco, por no decir nada. Con eso tenemos una agenda muy clara, trabajaremos en todo proyecto que se haga, sea el del pacto nacional, sean los otros proyectos que tenemos ya en marcha y algunos que son esta treintena de proyectos que anuncié, con todos ellos procuraremos que la base social del independentismo esté absolutamente representado y dé un empuje.

¿Su gobierno, dentro de este pacto nacional, defiende la vía guineana? ¿Es decir, que la ONU reconozca en cierta forma que Catalunya es una colonia?
Nosotros lo que queremos es hacer todo aquello que sea posible por el reconocimiento de la independencia del país. No pondremos nunca ningún palo en la rueda a ningún proyecto, sea el de la vía guineana o cualquier otro que nos pueda venir al futuro, que pueda dar una brizna de esperanza al reconocimiento de la independencia del país. Eso es un compromiso personal que asumí desde el primer día de la campaña electoral en el pacto que hicimos con Jordi Castellà. Todo eso sin prometer nada a la gente, porque lo que hemos impuesto es que nosotros no engañaremos a la gente. Somos conscientes de nuestras virtudes, de nuestros puntos fuertes y también de nuestras debilidades. El derrotismo no puede existir y los predicadores sin horizonte y sin esperanza tampoco. Si saldremos adelante, o no, dependerá de la fuerza movilizadora que la gente tenga para sacar adelante estos proyectos, sea este u otro.
¿De los nombres que anunció el sábado, qué rol asumirá cada uno?
Imma Tubella será la vicepresidenta. En estos primeros seis meses, en que nuestra obsesión es poner el Consell de la República en la vía adecuada, recuperar la vertiente reputacional al máximo posible y empezar vías por salir adelante, no hay carteras asignadas. Entre otras cosas porque no tenemos nada que gobernar. Ojalá pudiéramos gobernar la justicia de este país, las infraestructuras, la industria o la política lingüística. Todo eso no lo tenemos en nuestras manos. Es absurdo nombrar miembros del gobierno responsables de la lengua, de la justicia, de la infraestructura porque desdichadamente ni tenemos los medios económicos ni tenemos la capacidad política para hacerlo.
También ha dicho que tienen unos ochenta de asesores. ¿Quién forma parte de este Consejo Asesor?
Hay muchos, pero desde Xavier Díez hasta Rafael Ribó o Ramon Folch. Ahora no querría nombrar a todos, porque seguro que me dejaría muchos, pero gente de mucha valía, que se han ofrecido desinteresadamente a ser asesores Internos del Consell.
Durante el discurso del sábado en Cervera anunció que antes de acabar el año presentarían hasta cuatro grandes proyectos estratégicos que, según usted, tienen que ser muy importantes para la construcción del estado catalán. ¿Cuáles son?
Eso ya lo diré antes de final de año. Estamos trabajando en cuatro grandes proyectos: uno está referido a la conciencia histórica, porque sin conciencia histórica no puede haber conciencia nacional. Conocemos poco la historia de nuestro país y, además, nos la han escondido porque no nos enorgullecemos, aunque no tengamos motivos. Tenemos que conocer los ítems más notorios de la nación catalana, de los Països Catalans. Os daremos detalles más adelante, explicando quién está colaborando en este proyecto, en qué consistirá, de qué quiere decir los Països Catalans desde la época carolingia hasta hoy...
Por otra parte, hay un proyecto de análisis geoestratégico de la nación. Necesitamos saber, en todo momento, dónde estamos geoestratégicamente. Siempre he dicho que el importante para girar el vuelco son los aliados. Eso sí que es importante, porque los aliados son aquellos que no son amigos, pero que hay una coincidencia de intereses que al final te hacen dar el vuelco. Los Estados Unidos y la Unión Soviética fueron aliados en la Segunda Guerra Mundial y gracias a esta alianza se pudo ganar. Y de amigos no eran nada, ni lo eran entonces, ni lo fueron después, ni lo son ahora. Tenemos que buscar aliados, coincidencia de intereses con las naciones del mundo y tenemos que conseguir aliados en el futuro. Necesitamos información sólida geoestratégica y eso ya también hay un proyecto en marcha y que espero poder anunciar en los próximos meses cuando ya esté debidamente conformado.
Finalmente, hay otros dos proyectos relacionados con la construcción propiamente del nuevo Estado que queremos crear, desde el punto de vista desde fuera y desde dentro. Ahora, con los anuncios, también corremos el riesgo de que pongan más palos en la rueda de los que ya tenemos, que son muchos.

¿Cree que hay estados o países a los cuales les interesa que Catalunya sea independiente?
No lo sé, eso es lo que tenemos que desbriznar. El tema está a encontrar intereses comunes. Eso es lo importante. En el momento en que estuvo el famoso procés y que parecía que Catalunya daba un vuelco, España no tuvo ningún problema de regalar aviones a Lituania, de ir a hacer toda la fuerza diplomática a cualquier país buscando intereses comunes por evitar que gente que había dado de alguna manera su visto bueno o la posibilidad de que Catalunya fuera independiente cambiaran de bando. Tenemos que tener aliados, y eso quiere decir cualquier aliado de cualquier país del mundo.
¿Una vez anunciado el gobierno, cuándo convocará la asamblea territorial?
Ya está convocada el 31 de mayo en Barcelona. Durante la primera reunión que hicimos el mismo sábado ya se aprobaron cuatro decretos, si no recuerdo mal. Uno fue el de la convocatoria de la Asamblea Territorial que se producirá el 31 de mayo en Sant Andreu.
Varios consejos locales criticaron en un comunicado que no se han podido desarrollar con normalidad los procesos de renovación de las juntas rectores.
Cierto. Por eso, también aprobamos un decreto sobre esta cuestión. Eso ya viene de lejos, y es que hubo problemas informáticos importantes que no pudieron generar las elecciones y el proceso de renovación. Hemos hecho un decreto intentando rectificar eso, para que todo el mundo pueda participar. Al menos, las que no han podido renovarse por estos problemas. Incluso, lo hemos hecho con efectos retroactivos a la fecha de la última asamblea territorial que fue julio del 2024. Eso permitirá que los consejos participen.
En el mismo comunicado, los consejos locales decían que usted se quejaba de que el Consell tiene un exceso de burocracia. ¿Cree que es así?
Yo he sido militante activo del Consell, he cotizado desde el primer día, he sido presidente de la sindicatura electoral, participé en redacción de documentos determinados como la carta de compromiso de los miembros de las juntas rectores, etcétera, pero ciertamente no he vivido el día a día porque hacía otras cosas. A mí de lo que me han informado la gente que participaba activamente en los consejos locales, y se me quejaban y por eso lo dije a la campaña electoral, es que había una excesiva burocracia y que habría que simplificarla. Hay una comisión jurídica que está estudiando punto por punto los reglamentos y los códigos para ver si realmente eso corresponde a una realidad, o no. La burocracia es la enemiga de la eficiencia. Eso no quiere decir que no haya controles bien hechos, que haya sistemas regulados, pero yo creo que estas instituciones lo que tienen que tener es eficiencia.
Durante la campaña, uno de los elementos más protagonistas fueron las supuestas irregularidades del exvicepresidente del Consell de la República, Toni Comín, que también se presentó a las elecciones... ¿Usted ha hablado con él?
Yo he intentado hablar con él. Yo dije durante la campaña electoral que tenía mano tendida a todos los candidatos para valorar incluso los elementos de su campaña que pudieran ser incorporados en el plan de gobierno, pero con él no he podido hablar. Le ofrecí la posibilidad de hablar, no lo consideró conveniente, pero yo mantengo la mano tendida. Cuando yo gané las elecciones y me puse en contacto con él para hacerlo, él consideró que aquel momento no era el apropiado para hacerlo y yo lo respeto.
¿Su gobierno tomará alguna decisión respecto de estas irregularidades detectadas?
Tenemos que mirar adelante. No creo que haya ningún delito. Si hubiera un delito, mi obligación será ponerlo en evidencia. Eso lo tengo claro. Vengo de 50 años de experiencia como abogado y, si hay un delito, lo tengo que poner en evidencia ante las autoridades. Tengo la presunción de inocencia muy clara. Y segundo, irregularidades en todas partes se cometen, desgraciadamente, por negligencia, por ignorancia, por falta de diligencia, por haber dejado en manos de alguna persona inadecuada una decisión determinada, o lo que sea. Si las irregularidades son meras irregularidades y, por lo tanto, no son delictivas, yo soy partidario de... escúcheme, tenemos demasiado trabajo en el país para entretenernos en mirar las irregularidades de los últimos ocho años. No me interesan. Tengo el interés de mirar adelante, construir y hacer lo que tenemos que hacer, que es construir un estado, que eso es muy complicado, pero se tiene que hacer. No me olvidaré de estas irregularidades, porque no se tienen que producir nunca más. Por eso me he comprometido a una transparencia total y absoluta con respecto a la gestión y respecto de la economía. Transparencia absoluta. Y que los consejos locales y que la sociedad tenga claro por dónde anda siempre el Consell de la República. Tenemos que ser muy rigurosos, muy serios sobre todo de cara al futuro, y tenemos que trabajar con una transparencia absoluta. Hay estos informes en marcha, quiero saber la realidad, quiero saber exactamente qué ha pasado y por qué pasó. Estoy convencido de que delitos no hay, porque creo en la buena fe de la gente y en la generosidad de la gente a la hora de trabajar.

¿Si detectan que hay irregularidades pedirán responsabilidades a Toni Comín o que, si es el caso, que devuelva dinero?
Yo primero quiero saber exactamente de qué hablamos. Y a partir de aquí el gobierno decidirá. El gobierno tendrá este informe encima de la mesa y en función de su trascendencia ya decidiremos lo que tenemos que hacer y lo que no.
¿Cuál será la próxima decisión que tomará como presidente del Consell de la República?
Bien, ya he tomado alguna. Uno de los grandes retos que tenemos es programar el plató comunicativo, tal como anuncié en Cervera. Haremos debates, entrevistas... será un foro social con determinadas temáticas. Estamos muy huérfanos de esto, desgraciadamente. A veces la gente no coge el toro por los cuernos con según qué temáticas. Por eso, las queremos poner al día, en visión del Consell de la República, invitar expertos nacionales e internacionales en todas las materias y queremos también que los comités locales sean partícipes. Queremos sacar el máximo posible a este plató televisivo que yo creo que con la sociedad moderna que vivimos es uno de los elementos claves. Tú puedes hacer un gran acto con 500 personas y pronunciar un gran discurso, pero llega a quien llega. En cambio, si utiliza unos mecanismos como este, en lugar de 500 personas, llegas a 50.000.
¿Cuándo se pondrán en marcha?
Queremos que se ponga en marcha, ya. Si puede ser la semana que viene, que no sea la siguiente. Uno de los puntos el orden del día de la próxima sesión de gobierno, precisamente, es este. De la misma manera que también aprobaremos el tema del control económico y de gestión que ya se ha trabajado. Desde el primer día tenemos que tener también garantía que los sistemas que utilizaremos para el control y para la transparencia sean buenos. Que no nos tengamos que esperar cuatro meses para pensar que ahora tenemos que ser transparentes.
¿Quiere añadir alguna cosa más?
Quiero animar e incentivar a la gente. Es evidente que hemos tenido una enorme decepción, que tenemos razones justificadas para estar decepcionados y desanimados, pero que ya es suficiente. Que ya ha pasado mucho tiempo y que, por lo tanto, no nos tenemos que seguir lamiendo las heridas. Tenemos que volver a coger el protagonismo, empujar y estirar este buey del país que es la independencia. Dejaos de predicadores sin esperanza y sin horizonte. Hay demasiados en este país, por celos, por vanidades, por ambiciones personales o por lo que sea. Son los que tenemos que erradicar absolutamente de nuestra escena. Que no minen las esperanzas del país, que no nos degraden nuestra autoestima, que nos dejen trabajar, ilusionarnos de nuevo, y que nos dejen avanzar. Nosotros trataremos de avanzar desde el primer día, salir adelante, queremos empujar y estirar este buey. Que nos ayuden, porque os necesitamos a todos. Si no están todos por hacerlo, no lo conseguiremos. Pero por poco que seamos la inmensa mayoría, estoy absolutamente seguro de que triunfamos y que saldremos adelante.