En el mundo de los quesos, el mascarpone tiene un lugar muy especial. Cremoso, delicado y con un sabor suave que combina perfectamente tanto con recetas dulces como saladas, este queso italiano es uno de los más versátiles en la cocina. Lo que quizás no sabías es que hacerlo en casa es más fácil de lo que parece. Así lo ha demostrado Arantza Calle Abad en un vídeo que ha compartido en su cuenta más que conocida de Facebook, donde enseña una receta tan simple como efectiva: solo se necesitan dos ingredientes y un poco de paciencia para obtener un mascarpone casero digno de cualquier receta gourmet y que podrás utilizar en varias preparaciones culinarias.
El queso mascarpone casero es sorprendentemente fácil de hacer
La clave para preparar este queso está en la temperatura y en la proporción justa de ingredientes. Según explica Arantza, lo primero es calentar un litro de nata con al menos un 35% de materia grasa. Este paso se debe hacer con cuidado, ya que no debe llegar a hervir, sino calentarse lo suficiente para que el siguiente ingrediente actúe correctamente. Ese segundo ingrediente no es otro que el zumo de un limón, el cual se añade a la nata caliente. Una vez incorporado, se mezcla suavemente y se deja reposar durante unos minutos para que comience a cuajar.

Lo que ocurre en ese momento es pura magia culinaria. El ácido del limón reacciona con la grasa de la nata y comienza a separar el suero del resto de la mezcla, dando lugar a una textura espesa, suave y ligeramente granulada. Después de ese tiempo de reposo, llega el paso crucial: filtrar la mezcla. Para ello, se utiliza una gasa de cocina colocada sobre un colador. Se vierte la mezcla sobre la gasa y se deja escurrir, permitiendo que el suero se separe completamente. Si se quiere un resultado más espeso, se puede aplicar una ligera presión.
El ácido del limón reacciona con la grasa de la nata y comienza a separar el suero del resto de la mezcla
El resultado es un mascarpone de textura cremosa y sabor delicado, perfecto para preparar un tiramisú casero, añadir a una pasta fresca o simplemente untar sobre una tostada. Además, al hacerlo en casa, se evita el uso de conservantes o ingredientes artificiales, por lo que es una opción mucho más natural.
Lo más sorprendente es que, con solo nata y limón, se puede lograr un resultado que nada tiene que envidiar al que se compra en tienda. Esta receta no solo demuestra que el queso mascarpone es accesible, sino que la cocina casera puede ser tan deliciosa como sencilla. ¿Te animas a probarlo tú también?