En el mundo de la cocina siempre hay espacio para la sorpresa y la innovación, y pocas veces un ingrediente tan común como el tomate logra dejarnos sin palabras. El chef y creador de contenido Mirko Ronzoni lo ha conseguido en un vídeo de su cuenta de Instagram @mirkoronzoniofficial, donde presenta un invento tan inesperado como fascinante: el kétchup transparente. A primera vista parece un simple vaso de agua, pero en realidad esconde toda la intensidad y el sabor auténtico del tomate en una versión pura, cristalina y completamente distinta a lo que solemos imaginar cuando pensamos en esta salsa. Una propuesta que redefine la forma en la que entendemos el kétchup y que invita a replantearse la esencia del propio tomate.

Parece agua, pero es kétchup

El proceso para llegar a este resultado es tan creativo como minucioso. Ronzoni comienza seleccionando varios tipos de tomatesciliegino, ramati y pizzuttelli, que exprimidos con una pizca de sal liberan un jugo lleno de matices. Esta mezcla se coloca en un colador con un paño, de manera que durante toda la noche va escurriendo lentamente hasta obtener un líquido transparente que, pese a su apariencia de agua, concentra la verdadera esencia del tomate. Esa paciencia y respeto por el producto es lo que permite alcanzar un resultado tan sorprendente.

Una propuesta que redefine la forma en la que entendemos el kétchup

Con el líquido obtenido se da el siguiente paso: se hierve junto con vinagre de manzana, azúcar, sal y agar-agar, un espesante natural que ayuda a transformar el caldo en una especie de gelatina. Una vez enfriado, ese gel se exprime nuevamente y se convierte en un kétchup transparenteligero en textura, pero intenso en sabor. El resultado es un condimento de aspecto minimalista y sofisticado, que en boca ofrece una explosión de umami, dulzor y acidez en perfecto equilibrio.

Kétchup natural / Foto: Unsplash
Kétchup natural / Foto: Unsplash

El propio Ronzoni lo describe como un kétchup “puro, esencial, invisible”, que revoluciona por completo la idea que tenemos de esta salsa tan popular. No se trata de un producto comercial, él mismo aclara que no tiene relación con ninguna marca como Heinz y que la etiqueta usada en el vídeo es un guiño irónico, sino de una receta artesanal pensada para quienes disfrutan explorando nuevas fronteras en la cocina. Es la demostración de que la tradición puede transformarse en un concepto innovador sin perder su esencia, jugando con la técnica y la presentación para sorprender a la vista y al paladar.


Este kétchup transparente es un ejercicio de alta cocina accesible, donde un alimento cotidiano como el tomate se convierte en algo inesperado. Quizá no lo encontremos en los lineales del supermercado, pero sí puede inspirarnos a experimentar en casa y a redescubrir ingredientes de siempre desde una nueva perspectiva. Porque al final, la magia de la gastronomía está en eso: en replantearse lo conocido y descubrir que incluso lo que parece agua puede ser la forma más pura del tomate.