¿Si solo pudieras priorizar un alimento a tu dieta, cuál sería? Muchos pensarían en el arroz, el pan, las legumbres, la fruta o las verduras. Georgia Ede, psiquiatra y nutricionista, revela otra opción, para muchos seguramente chocante y desconocida. De hecho, los alimentos básicos se elaboran a partir de harina de cereales, como el pan y la pasta, las tortillas de maíz o de trigo, o bien se cocinan directamente como el arroz, las legumbres, o los tubérculos como patatas o papas, el ñame, la mandioca o la yuca, entre otros.

Desmentir el mito de la carne

"La carne es buena para ti. Hay expertos que podrían estar en desacuerdo conmigo, y muchos investigadores siguen buscando pruebas que vinculen la carne con las enfermedades del corazón, por ejemplo", explica Ede. La psiquiatra formada en Harvard y certificada por la junta especializada en psiquiatría nutricional y metabólica, anuncia que hace tiempo que le despierta una fascinante curiosidad por la relación entre los alimentos y la salud cerebral, así como el bienestar general. "En mi investigación, todavía no he encontrado un argumento de salud creíble y plausible contra el consumo de carne de cualquier tipo, incluyendo la carne roja, el marisco o las aves de corral", expone.

"En mi investigación, todavía no he encontrado un argumento de salud creíble y plausible contra el consumo de carne de cualquier tipo, incluyendo la carne roja, el marisco o las aves de corral"

De hecho, ningún otro grupo de alimentos es lo bastante nutritivo, lo bastante seguro o lo bastante accesible geográficamente para recomendarlo como base saludable de la dieta humana óptima. "De esta manera, si solo pudiera permitirme el lujo de comprar alimentos de un grupo de alimentos, daría prioridad a la carne", revela Georgia Ede. Manifiesta que la carne es buena para la salud intestinal "porque no es irritante", añadiendo que es fácil de digerir y "admite niveles saludables de insulina sin promover picos de glucosa en sangre", finaliza la consultora de nutrición.

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Desmentir el mito de la carne roja / Foto: Unsplash

Según otros estudios, también proporciona todos los macronutrientes y micronutrientes que necesitamos, incluidos algunos que son difíciles o imposibles de obtener de los alimentos vegetales. Por ejemplo, es una excelente fuente de todas las vitaminas B, incluida la B7, que las plantas contienen en muy poca cantidad, y la B12, que las plantas no contienen en absoluto. Solo la carne contiene hierro hemo, una forma de hierro al menos tres veces más fácil de absorber para nosotros que el hierro no hemo de las plantas. Y solo los alimentos de origen animal contienen la forma MK-4 de la vitamina K2, que es más fácil de absorber, y es la forma que utiliza el cerebro humano.

Cómo alimentar, proteger y dinamizar el cerebro con carne

A continuación, te indicamos cómo incorporar la carne a tu dieta de la manera correcta.

  • Escoge carnes saludables. Siempre que sea posible, escoge carnes de animales salvajes o animales que se hayan criado humanamente, que hayan permitido un amplio acceso al aire libre y que se hayan alimentado con una dieta adecuada a la especie.
  • No hace falta que sea carne roja. Los mariscos, el pescado azul, el pato y el hígado de aves de corral son alternativas muy nutritivas a la carne roja.
  • Come fresco. Escoge carnes frescas (o recién congelados) sin procesar siempre que sea posible.
  • No tengas miedo a las grasas animales naturales. Los trozos de carne más grasos son más sabrosos, más nutritivos y a menudo menos costosos. Desgraciadamente, la grasa de cerdo y de aves de animales criados convencionalmente puede tener un alto contenido en ácido linoleico, un ácido graso omega-6 frágil con tendencia a degradarse en subproductos tóxicos que pueden causar estrés oxidativo perjudicial en todo el cerebro y el resto del cuerpo.
  • Cocinar suavemente. No cocines demasiado la carne, ya que eso dañará los nutrientes y el sabor. Recorta las zonas quemadas o ennegrecidas de las carnes en la plancha o cocinadas a altas temperaturas.
  • Piensa en tu objetivo de proteínas. Aunque los objetivos de proteínas varían en función de la edad, el peso corporal ideal, el estado de salud, el nivel de actividad y otros factores, la mayoría de los requisitos de los adultos se encuentran entre 0,6 y un gramo de proteína por libra de peso corporal ideal.
  • No te excedas. Comer en exceso proteínas puede promover niveles más altos de insulina e, incluso, niveles ligeramente más altos de glucosa en algunas personas.