Cuando pensamos en la gastronomía japonesa solemos imaginarnos platos ligeros, llenos de delicadeza y con presentaciones minimalistas. Sin embargo, no todo en la cocina nipona responde a esa idea. Existe una receta popular que rompe con ese estereotipo y que, al mismo tiempo, se ha convertido en un auténtico símbolo de suerte y energía: el katsudon. Este plato, que combina una chuleta empanada con arroz, huevo y una salsa sabrosa, demuestra que Japón también sabe apostar por elaboraciones contundentes y llenas de carácter, perfectas para quienes buscan un bocado que sacie tanto el estómago como el ánimo.

Katsudon: la receta japonesa de la suerte

Su nombre proviene de la unión de dos palabras: katsu (chuleta empanada, generalmente de cerdo) y don (bol de arroz). La tradición dicta que este plato se sirve en un cuenco profundo, conocido como donburi, donde el arroz blanco cocido funciona como base sobre la que descansa la carne cortada en tiras, bañada con una mezcla de caldo y condimentos. No solo es una comida popular en restaurantes y hogares, sino que también está rodeada de un halo cultural, ya que muchos estudiantes japoneses lo toman antes de los exámenes por considerarlo un amuleto culinario que atrae la buena fortuna.

Variedad de Katsudon / Foto: Unsplash
Variedad de Katsudon / Foto: Freepik

Para preparar un katsudon clásico necesitas una chuleta de cerdo deshuesada, harina, agua y panko (ese pan rallado japonés que asegura un rebozado crujiente). También se requieren arroz de grano corto, caldo dashi, salsa de soja, mirin, sake, un poco de azúcar, un huevo y una cebolleta fresca. La combinación de estos ingredientes es la que da al plato su sabor inconfundible, equilibrando el dulzor y la salinidad de la salsa con la textura crujiente del empanado.

El proceso comienza salpimentando la chuleta y pasándola primero por harina, después por una mezcla ligera de agua y harina, y finalmente por panko, presionando para que quede bien adherido. Una vez rebozada, se fríe en abundante aceite caliente hasta que esté dorada y crujiente, dejando reposar sobre una rejilla para eliminar el exceso de grasa. Paralelamente, se cuece el arroz en caldo dashi para aportarle más profundidad de sabor.

Katsudon con arroz / Foto: Unsplash
Katsudon con arroz / Foto: Freepik

La magia del katsudon está en la salsa. En una sartén pequeña se combinan caldo dashi, salsa de soja, mirin, sake y azúcar, llevándolos a ebullición. Allí se añaden las tiras de la chuleta frita y, por encima, un huevo apenas batido, que se cuaja suavemente en contacto con el calor. Tras unos segundos, la mezcla se sirve sobre el arroz caliente en un bol y se finaliza con el tallo verde de la cebolleta finamente picado.

La magia del katsudon está en la salsa

El resultado es un plato reconfortante, crujiente y jugoso a la vez, que ofrece un contraste de sabores únicos. No necesita demasiados acompañamientos: basta con una bebida refrescante, como una cerveza ligera o un té frío, para disfrutarlo en su máxima expresión. El katsudon no solo alimenta, también transmite tradición, energía y ese toque de buena suerte que lo ha convertido en un icono de la mesa japonesa.