Las legumbres son un producto tan variado como delicioso. Lentejas, judías, garbanzos, guisantes... en Catalunya tenemos todo tipo de legumbres ideales para cocinar de cualquier manera. Se pueden hacer salteados o guisados, como plato principal o como acompañamiento. Pero lo más importante a la hora de comer legumbres es saber escogerlas bien. ¿Es mejor comprarlas secas o envasadas y cocidas? Estas son las ventajas y los inconvenientes de cada una de las dos opciones.

Una decisión importante

Cuando pensamos en legumbres, lo primero que nos viene a la cabeza son los garbanzos, las lentejas y las judías. Pero de legumbres, en Catalunya, hay de todo tipo. Los guisantes, por ejemplo, también lo son, aunque no lo tengamos presente. También las judías y las habas. Todas estas legumbres se pueden comprar de dos maneras: secas o cocidas. Las legumbres secas son las que encontramos a granel —aunque también se venden envasadas— y las cocidas son los que encontramos en tarros envasados con líquido. La diferencia entre las secas y las cocidas es que las secas se tienen que poner en remojo antes de cocinar y las cocidas se pueden cocer directamente. Por lo tanto, parece lógico pensar que las cocidas son la mejor opción, ¿verdad? No siempre.

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Plato de lentejas estofadas con costilla de cerdo / Foto: Albert Vilas

Legumbres secas

Las legumbres secas tienen muchas ventajas. En primer lugar, se pueden comprar a granel. Eso implica que se puede comprar la cantidad que se quiera y a menudo se puede escoger entre una variedad de legumbres mayor. Las tiendas que venden a granel acostumbran a tener variedades que no encontramos habitualmente en el mercado, especialmente algunas legumbres autóctonas y otras importadas de muy lejos. La otra ventaja que tienen las legumbres secas es que acostumbran a ser mejores. La calidad del producto suele ser mayor porque el alimento no se ha manipulado en la cocina. Además, las legumbres secas se pueden guardar casi indefinidamente —siempre que se haga de manera adecuada— y también permiten controlar mejor el punto de cocción. Por el contrario, la principal desventaja es que se tienen que poner en remojo el día antes. Es decir, que si el sábado te quieres hacer unos garbanzos, tendrás que pensar el viernes y ponerlas en remojo durante la noche. La única legumbre seca que no requiere remojo, especialmente si se hace estofada, son las lentejas.

Si hay una característica que te hará decantar por una o por la otra, seguramente será el precio

Legumbres cocidas

Las legumbres cocidas son la opción preferida de mucha gente. Solo hace falta comprarlas, cocinarlas y comérselas. Son una opción más rápida y práctica que las secas porque ahorran tiempo, planificación y dan un resultado correcto. Igual que con las legumbres secas, las cocidas también se venden envasadas, pero no se suelen encontrar a granel. Hay de varias calidades —en función de la empresa que las envase— y a veces se venden con otros ingredientes combinados; garbanzos con espinacas, judías con zanahoria... La principal desventaja es que suelen ser de una calidad inferior. No suelen quedar tan cremosas y habitualmente no provienen de pequeños productores.

Las dos opciones son igual de correctas, pero si hay una característica que te hará decantar por una o por la otra, seguramente será el precio. Las legumbres secas suelen ser más baratas porque por el mismo precio se suele poder comprar más cantidad. Siempre dependerá de la marca y la tienda, pero como las legumbres secas pesan menos porque no tienen líquido, el precio por kilo suele cundir más.