No se puede tener todo en esta vida. O, al menos, es muy complicado de conseguirlo. El aguacate es el ejemplo más claro de este hecho. Este alimento 'gastro' es muy saludable y muy beneficioso para nuestro organismo, pero, al mismo tiempo, es muy perjudicial y un desastre absoluto para el planeta. Relleno, con gambas, con salsa guacamole, en un batido, o en una ensalada. Para desayunar, comida o cena. En los últimos años, el aguacate ha empezado a formar parte del régimen alimenticio de buena parte de la población mundial. Ahora bien, atención porque para el bien de todos tienes que dejar de poner aguacate en tus platos: desde La Tumbona te traemos la razón.

🥶 Por el bien de todos, tienes que dejar de descongelar productos a temperatura ambiente
 

Adiós al aguacate: tus platos tienen que sufrir un cambio urgente

Hace justo unas décadas el aguacate era un alimento desconocido para la mayor parte de la población europea, pero hoy en día disfruta de gran popularidad: se unta en las tostadas, se añade a las ensaladas, se sirve con el salmón, acompaña el sushi... Su versatilidad culinaria, junto con sus saludables propiedades nutricionales -contiene vitamina E y omega-3-, la han convertido los últimos años en la fruta de moda.

Canelón de aguacate, atún rojo y mango / Foto: BAR MONO
Canelón de aguacate, atún rojo y mango / Foto: Bar Mono

Tanto es así que en Europa el consumo de esta fruta tropical originaria de México principalmente crece a un ritmo del 15% anual, mientras que en los Estados Unidos se estima que cada habitante llega a consumir 30 kilos por año. Sin embargo, esta fama que ha adquirido para ser percibido como un alimento saludable, está perjudicando la salud del planeta favoreciendo el cambio climático. El cultivo del aguacate, una de las tres exportaciones principales del sector agrícola y agroindustrial, se apoya en prácticas como la tala indiscriminada e ilegal de árboles, daño en el subsuelo y uso excesivo de agua. Durante 2021, el valor de las exportaciones de aguacate se subió hasta los millares de millones de dólares.

El cultivo del aguacate, una de las tres exportaciones principales del sector agrícola y agroindustrial, se apoya en prácticas como la tala indiscriminada e ilegal de árboles, daño en el subsuelo y uso excesivo de agua

El aguacate necesita una elevada cantidad de agua. La Water Footprint Network afirma que "se necesitan 2.000 litros de agua para producir un kilo de aguacate, cuatro veces más de la cantidad necesaria para producir un kilo de naranjas y 10 veces más que la cantidad para producir un kilo de tomate". El cultivo de esta fruta está causando graves problemas medioambientales a los países productores mayores. En México (principalmente en el estado de Michoacán) "muchos agricultores han llegado a quemar amplias zonas de bosque para convertirse al monocultivo de aguacate", declara el diario español La Vanguardia. Además, la alta retención de agua para el cultivo del aguacate disminuye la cantidad de agua disponible para los animales y los habitantes de la zona.

Aguacate en la mitad
Un aguacate partido por la mitad / Foto: Pixabay

¿Cómo solucionar el problema?

Renunciar totalmente a este superalimento podrá parecer a muchos un reto demasiado complicado. Tampoco boicotear por completo un producto cuya exportación se convirtió para algunos países en una actividad económica pujante de miles de millones de dólares parece la solución más apropiada. ¿Por lo tanto, qué se puede para poner remedio? Por ejemplo, la próxima vez que vayas al supermercado, podrías empezar a fijarte en cuál es la procedencia de los productos que compras y cuáles han obtenido certificaciones de sostenibilidad social, ambiental o económica.