Pelar garbanzos cocidos suele ser una de esas tareas que todo el mundo evita porque requiere tiempo, paciencia y un poco de maña. Sin embargo, cualquiera que haya preparado hummus casero o guisos cremosos sabe que cuando se retira la piel, la textura cambia radicalmente: todo queda más fino, más sedoso y con un sabor uniforme. Por suerte, existe un truco casero que ha revolucionado las redes, compartido por la creadora de contenido @cenasparapeques, que demuestra que no hace falta perder minutos eternos frotando uno a uno. Con un par de pasos muy sencillos y usando utensilios que todos tenemos en casa, se consigue que las pieles se desprendan casi solas, en cuestión de segundos, ahorrando tiempo y consiguiendo un resultado impecable.

Cómo quitar la piel de los garbanzos en segundos

El procedimiento empieza con algo muy simple: tomar los garbanzos cocidos y añadirles una pizca de bicarbonato. Este ingrediente, que solemos relacionar con la repostería o con la limpieza, aquí cumple un papel fundamental, ya que ayuda a ablandar la piel y facilita que se despegue sin esfuerzo. Una vez mezclados, el siguiente paso consiste en introducirlos durante un minuto en el microondas. Este golpe de calor activa el bicarbonato y potencia su efecto, preparando a los garbanzos para que se desprendan de la piel con facilidad.


Cuando los sacamos del microondas, llega el momento clave: cubrirlos con agua caliente y removerlos suavemente con las manos. No hace falta apretar ni triturar, basta con moverlos entre los dedos para que la piel comience a soltarse de manera natural. Lo sorprendente de este truco es que no se trata de un proceso lento ni complicado; en apenas unos segundos se empieza a ver cómo las pieles flotan y se separan del grano.

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Platos como un potaje quedarán con un sabor mucho más uniforme / Foto: Unsplash

El último paso es aún más práctico: utilizar un colador grande para escurrir el agua junto con todas las pieles sueltas. Y es aquí donde se produce la magia, porque al hacerlo de golpe, casi todas las pieles se desprenden y quedan atrapadas en el colador, mientras los garbanzos ya pelados se mantienen perfectos. En pocas palabras, lo que antes podía suponer quince o veinte minutos de paciencia, ahora se reduce a menos de tres minutos.

Al hacerlo de golpe, casi todas las pieles se desprenden y quedan atrapadas en el colador

Este truco no solo es útil para ahorrar tiempo en la cocina, también mejora el resultado final de cualquier receta. Un hummus sin pieles es mucho más cremoso y agradable al paladar, una ensalada de garbanzos gana ligereza y digestibilidad, y un potaje queda con un sabor más uniforme. La próxima vez que tengas garbanzos cocidos en casa, recuerda que con un poco de bicarbonato, un minuto de microondas y agua caliente puedes conseguir un cambio enorme en tus platos sin apenas esfuerzo. Una técnica simple, rápida y realmente genial que merece la pena probar.