Cuando el calor aprieta y lo último que apetece es pasar demasiado tiempo frente a los fogones, las cenas rápidas, nutritivas y saciantes se convierten en una auténtica salvación. Y si además permiten aprovechar ingredientes que ya tenemos en casa, el resultado no solo es práctico, sino también delicioso. Una de las opciones más recomendables para las noches de verano combina tres elementos clave: legumbres, hortalizas cocinadas y un huevo, todo con un equilibrio nutricional excelente. Hablamos de una receta tan sencilla como efectiva: garbanzos con pisto y huevo a la plancha, un plato que reúne proteínas, fibra y sabor en cada bocado, y que puede estar listo en menos de quince minutos.

La cena con garbanzos que te salvará las noches de verano

Esta cena tiene como base dos alimentos que conviene tener siempre a mano. Por un lado, los garbanzos cocidos, que pueden guardarse durante semanas en la despensa en conserva o congelados si han sido preparados en casa. Por otro, el pisto manchegouna preparación clásica de nuestra gastronomía a base de tomate y pimientos, rica en antioxidantes y especialmente en licopeno, un compuesto antiinflamatorio que el cuerpo absorbe mejor cuando el tomate ha sido cocinado con un poco de aceite de oliva virgen extra. Si se tiene pisto sobrante de otra comida, mejor que mejor: la cena estará prácticamente hecha.

El pisto combina con muchos ingredientes / Foto: Unsplash
El pisto combina con muchos ingredientes / Foto: Unsplash

Los garbanzos, por su parte, destacan por su contenido en proteínas vegetales e hidratos de carbono de absorción lenta. Esto significa que ayudan a mantener la saciedad durante más tiempo, evitando picos de glucosa y favoreciendo una digestión estable. Además, su combinación con vegetales como el pisto crea un plato completo, lleno de sabor y textura, que se puede ajustar fácilmente al gusto de cada persona con un toque de pimienta negra, pimentón o hierbas frescas.

Garbanzos / Foto: Unsplash
Garbanzos / Foto: Unsplash

Para rematar el plato, basta con añadir un huevo a la plancha. Este paso no solo aporta proteínas de alto valor biológico, sino que también enriquece la experiencia al romper la yema y mezclarla con los garbanzos calientes. Si se prefiere, puede sustituirse por un huevo poché o uno cocido y picado. En cualquiera de sus formas, el huevo suma valor nutricional y ayuda a crear una cena más completa sin complicaciones.

El plato reúne todo lo que se le puede pedir a una cena veraniega

Esta receta de garbanzos con pisto y huevo reúne todo lo que se le puede pedir a una cena veraniega: es rápida, saludable, reconfortante y muy sabrosa. Además, es ideal para reducir el desperdicio alimentario y aprovechar lo que ya tenemos en casa sin renunciar al placer de comer bien.