Las cerezas se han convertido en un pequeño lujo de temporada. Rojas, brillantes, dulces… y a menudo por encima de los diez euros el kilo. Es fácil salir del mercado con una bolsita que cuesta lo mismo que una bandeja de solomillos. Ante esta inflación (que, aunque afecta a todo lo que nos rodea, hay productos en los que llama mucho más la atención), no es raro que cada vez más gente se pregunte si no podría plantar su propio cerezo. Lo mismo que cada vez hay más personas que apuestan por tener su huerto o incluso sueñan con criar sus propias gallinas.

El empujón definitivo

En redes sociales (ese agujero negro que solo nos crea necesidades), los vídeos de huesos que se transforman en plantas son un fenómeno: aguacates, mangos, tomates, olivos. ¿Y si probamos con una de las frutas más deseadas del verano? Te contamos cómo hacer crecer un cerezo en casa usando solo el hueso. No es rápido, pero sí posible. Y desde luego, muy satisfactorio.

Paso 1: Elige bien la cereza

No todas las cerezas valen. Lo ideal es usar una variedad local y bien madura, así aumentas las posibilidades de que el hueso germine.

Paso 2: Limpia el hueso

Disfruta de la cereza, pero no tires el hueso. Lávalo bien bajo el grifo y quita cualquier resto de pulpa. Después, déjalo secar al aire durante 1 o 2 días.

Paso 3: Rompe su letargo (estratificación)

Los cerezos necesitan sentir el frío para germinar. Puedes meter el hueso en un bote con arena o turba húmeda, cerrarlo y guardarlo en la nevera (no el congelador) durante un largo periodo que va desde 8 semanas hasta las 12. Esta simulación del invierno se llama estratificación y es clave para despertar la semilla.

Paso 4: Siembra y espera

Tras ese periodo en frío, planta el hueso a unos 2-3 cm de profundidad en una maceta con tierra húmeda y buen drenaje. Déjala en un lugar soleado y riega con cuidado. Si todo va bien, en unas semanas verás aparecer un pequeño brote. Cuando supere los 15 cm es momento de trasplantarla al que será su lugar definitivo.

Ver crecer algo que has plantado tú mismo ya es una pequeña victoria

Pagès amb cireres a les mans Foto Cedida
Un agricultor mostrando sus cerezas / Foto: Cedida

Consejos para que funcione (y no abandones a mitad)

  • Paciencia: no es un proceso rápido. Si buscas resultados exprés, este no es tu proyecto.
  • Maceta al principio, jardín después: si no tienes jardín, empieza en maceta. Pero si el árbol crece, necesitará espacio (y años) para dar frutos.
  • No esperes cerezas el primer verano: pueden pasar entre 5 y 10 años hasta que el árbol dé fruta.
  • Riego y luz: mantenlo en un lugar con buena luz solar y riega sin encharcar.

Y si no da frutos, no pasa nada. Ver crecer algo que has plantado tú mismo ya es una pequeña victoria. Y, con suerte, un día también te regalará flores. Porque antes que fruta, el cerezo florece: y lo hace con una belleza breve, deslumbrante, casi mágica. Es su forma de decir “aquí estoy”, después de meses de espera. Tener un cerezo en casa no es solo una promesa de cerezas gratis, sino un recordatorio de lo que florece cuando se tiene paciencia. ¿Te animas a intentarlo?