Si hablamos de comida enlatada, uno de los alimentos que más se consume es el atún. Un alimento fácil, rápido y barato que te permite improvisar una ensalada, un bocadillo o unos macarrones en un abrir y cerrar de ojos. Comprar una lata de atún en el supermercado es fácil, pero ¿sabías que puedes preparar esta conserva en casa? Así es como puedes preparar atún enlatado en solo 5 sencillos pasos.
Cómo hacer conserva de atún casero
Se puede hacer conserva de casi cualquier alimento. Desde tomate hasta corazones de alcachofa, pasando por melocotón o legumbres. Cada alimento tiene su método (aceite, almíbar, salmuera...), pero lo más importante es hacerlo de manera adecuada y segura para que la comida se conserve correctamente durante el máximo tiempo posible y sin perder sus cualidades organolépticas y nutricionales. Para hacer atún en conserva (en casa es más fácil en un tarro de cristal que en una lata, aunque lo denominemos 'atún enlatado') lo primero que tendrás que hacer es visitar la pescadería.
1. Escoger un buen ejemplar
El primer paso para hacer conserva de atún es, evidentemente, comprar un buen atún. Ve a tu pescadería de confianza y pide al pescadero el mejor atún que tenga. Cuando vayas al mercado, siempre es recomendable explicar a los tenderos qué harás con el producto que compres; de esta manera, el pescadero podrá prepararte y cortarte el pescado de manera óptima. De hecho, si le enseñas el recipiente en el cual quieres preparar la conserva, todavía mejor.
2. Primera cocción
Una vez en casa, el siguiente paso es cocer el pescado para que no se estropee. Tendrás que hervir el atún durante una hora hasta que quede de un color pálido o blanquecino. Pon el pescado en agua fría y añade 100 g de sal por cada litro de agua. Pon el fuego al máximo y déjalo una hora desde que empiece a hervir.
3. Cortar y enlatar
Llega la hora de la verdad. Una vez el pescado esté cocido y se haya enfriado, es momento de deshilarlo en trozos más pequeños para ponerlos en el tarro en que hagas la conserva. La conserva casera es más práctica hacerla en un tarro de cristal que en una lata, porque cerrar una lata es bastante más complicado que abrirla si no tenemos los utensilios industriales correspondientes. Con la ayuda de un cuchillo, saca los lomos del atún y limpia bien todas las espinas del pescado. Con cuidado y paciencia, ve introduciendo los trozos que saques dentro del tarro de cristal, estrechándolos bien contra las paredes interiores para que quepa el máximo contenido posible.
4. Añade el aceite
Con el atún bien colocado en el tarro, toca añadir el aceite de oliva que lo conservará como el primer día. Pon aceite de oliva hasta arriba de todo del tarro, aunque pueda parecer que hay demasiado. El pescado absorberá una parte, y si no es suficiente, algunos trozos podrían quedar al descubierto y se estropearían antes.
5. La última cocción
Con el atún y el aceite bien colocados, es momento de tapar bien el tarro de cristal hermético y dejarlo al baño maría durante dos horas. Esta última cocción sellará una conserva que, una vez cocida y fría, ya podrás guardar en la nevera para comértela cuando quieras.