En la provincia de Barcelona hay un municipio que destaca por una cifra insólita: 0,62 kilómetros cuadrados. Con esta extensión mínima se convierte en el más pequeño de Cataluña, un título que, lejos de restarle relevancia, lo sitúa como un ejemplo singular dentro del mapa municipal del país. Su reducido territorio concentra una comunidad de unos 600 vecinos, servicios esenciales, patrimonio histórico y un paisaje de viñedos que lo enmarca en pleno corazón del Alt Penedès.

🏚️ El pueblo medieval de Catalunya que parece sacado de una postal y esconde un secreto musical
 

El pueblo más pequeño de Catalunya: menos de 1 km² en la provincia de Barcelona

Puigdàlber cuenta con una superficie equivalente a unas 40 hectáreas, donde conviven alrededor de 600 vecinos. Su tamaño podría hacer pensar que se trata de un lugar sin apenas actividad, pero la realidad es justo la contraria.

En el municipio se concentran servicios que garantizan calidad de vida a los residentes: desde consultorio médico y guardería hasta panadería, carnicería, instalaciones deportivas y un auditorio que acoge actividades culturales. Incluso cada viernes llega un bibliobús, un detalle que evidencia el valor que se le da a la cultura en este rincón del Alt Penedès.

Historia y patrimonio que se esconden en este municipio del Alt Penedès

La primera referencia documental de Puigdàlber se remonta a 1108, lo que demuestra su papel histórico en la Catalunya interior. Entre sus construcciones más destacadas figura la Casa Josep Parellada, ejemplo de modernismo rural del siglo XX, y la Casa Gran o Cal Ferran, situada en la plaza de la Iglesia, que está reconocida como Bien Cultural de Interés Local.

La actual Iglesia de Sant Andreu, inaugurada en 1942, sustituyó a un templo barroco destruido durante la Guerra Civil. Hoy es el edificio que preside la vida del municipio y una de sus principales referencias arquitectónicas.

Viñedos, enoturismo y paisajes únicos

La mayor parte de sus tierras se dedican al cultivo del viñedo, formando parte del Alt Penedès, una de las zonas vitivinícolas más reconocidas de Catalunya.

El paisaje cambia con las estaciones: verdes intensos en primavera, tonos dorados en verano y ocres en otoño. Desde el vecino pueblo de Bellavista, se pueden contemplar algunas de las vistas más espectaculares de los viñedos del Penedès, un atractivo adicional para los amantes del enoturismo y la fotografía de paisaje.

Cómo llegar y qué hacer en Puigdàlber

Una de las ventajas de Puigdàlber es su proximidad a la capital catalana. En menos de una hora en coche por la AP-7 se puede llegar al municipio, mientras que quienes opten por transporte público pueden tomar un tren hasta Vilafranca del Penedès y después enlazar en autobús.

Por ello, se trata de un destino ideal para una escapada de un día, que permite combinar la visita al pueblo con la exploración de bodegas cercanas o con otros puntos de interés en la comarca.