Aleix Sarri i Camargo (Barcelona, 1985) es licenciado en Biotecnología en la niversitat Autònoma de Barcelona y tiene un máster en Relaciones Internacionales por el IBEI. Es miembro de la ejecutiva nacional de Junts per Catalunya como responsable de Relaciones Internacionales. Hace más de quince años que trabaja de asesor político, siempre vinculado al Parlamento Europeo. De hecho, fue asesor en la cámara europea con Ramon Tremosa y el mismo Carles Puigdemont y se dio a conocer al público cuando, en un debate de TV3 para las elecciones europeas del 2019, Sarri abandonó el plató en señal de protesta porque la Junta Electoral Central vetó Puigdemont, Junqueras y Comín, entonces candidatos, de participar del debate. Ahora, ha escrito un libro que habla de la historia de su país, patria y nación: Catalunya. 'Ànima de república' (Comanegra) relata la historia de la corona Catalanoaragonesa desde los últimos días de vida de Martí l'Humà hasta la derrota de 1714 como una crónica de política catalana de aquellos tres siglos que describe como un proceso de lucha entre las instituciones catalanas y una monarquía castellanizada. Este domingo a las 12 horas en La Setmana presenta su obra con Gerard Furest.
Sarri, biotecnólogo de formación, tiene tres puntos de inflexión para decidir escribir este libro: La llegada del president Puigdemont y el Govern al exilio y le surge la pregunta: "¿Cuántas veces había pasado aquello"?. El segundo momento es cuando empieza a leer un libro que lo marcaría de forma "decisiva" L'intent franquista de genocidi cultural contra Catalunya, de Josep Benet, donde se recoge toda una serie de prohibiciones del catalán desde el siglo XVIII. Y, finalmente, el tercer momento es cuando se encuentra en la galería gótica del Palau de la Generalitat y empieza a leer sobre Pau Claris. "Me hice la pregunta de cuántas veces había habido exilio y presos políticos en Catalunya y me di cuenta de que no tenía respuesta", explica Sarri en declaraciones en El Nacional.cat. Sarri asegura que con el libro la relación entre Catalunya y Castilla "no ha sido nunca normal". "Recojo muchos casos de represión a lo largo de la historia, pero que quiere mirar un poco aquello que somos como país", explica Sarri.
El dirigente de Junts per Catalunya también explica cómo Catalunya ha sido "dividida" históricamente, pero lo considera un comportamiento como todas las naciones del mundo a lo largo de su historia. "No es una característica que nos haga especiales. En cambio, sí que hay una cosa que nos hace especiales, que es esta mirada hacia nosotros mismos, esta mentalidad republicana que de alguna manera va apareciendo siempre a lo largo del estado, ya sea en la conquista de derecho político sociales, como en la lucha por la liberación nacional," afirma Sarri, que considera que estos tres siglos de historia sobre Catalunya no han sido tan explicados como la guerra de Sucesión.
Una nación moderna
Sarri reivindica como Catalunya, entre 1400 y 1614, tiene mecanismos de control legal para nacionalizar personas, para intentar controlar que el Govern de la Generalitat defienda las leyes catalanas o que en 1599 crea un abogado de pobres que defienda el primer turno de oficio. "Es extraordinario. O sea, en la Catalunya del siglo XVI había escuelas gratuitas. Hay casos en Mataró o Igualada en los cuales el mismo municipio ofrece al maestro dinero a cambio que den clases gratuitamente a ricos o pobres", explica uno de los hombres de confianza de Carles Puigdemont. "Todo eso no nos lo han explicado. No nos han explicado que Catalunya era un Estado dentro de la monarquía hispánica y, por lo tanto, dentro de un entorno confederativo", observa Sarri, que subraya que las leyes de Castilla no pintaban nada en Catalunya.
Sarri también habla del concepto del "pactismo" en la política e instituciones que ya venían del siglo XV. "Podríamos decir contractualismo, que se basa en esta idea que la lealtad de la comunidad política de Catalunya hacia el jefe de Estado", explica Sarri. "Es una idea que en Catalunya ya existía en el siglo XIV-XV. Uno de los mayores intelectuales del Estado historia que, por desgracia, no hacen estudiar en las escuelas", dice Sarri, refiriéndose a Francesc Eiximenis, que estudió en Oxford o en la Sorbonne de París. "Teorizó en aquel momento lo que los ingleses tardaron tres siglos, que es que si el soberano viola de forma sistemática las leyes de la tierra, la comunidad política tiene derecho a poner a este soberano", explica. Por lo tanto, Sarri explica en el libro una Catalunya "muy moderna" ideológicamente, muy avanzada institucionalmente.
Conflictos sobre competencias, una cosa ya antigua
Otro de los elementos de los cuales habla Sarri son los conflictos competenciales, que, de hecho, han estado sobre la mesa durante toda la historia de Catalunya y no solo estos últimos 30 años. "La relación entre Catalunya y Castilla se explica a través de eso. El siglo XV es un siglo de pérdida de control catalán de la Corona de Aragón y con que una cultura política castellana se va introduciendo en lo alto de la Corona a través del rey y su corte", explica el biotecnólogo que asegura que, en el momento en el cual pasamos a compartir rey, el conflicto es "constante". De hecho, por eso explica el caso de Joan Granollacs, como el primer exiliado, así como de otros represaliados que fueron a la prisión. "Hay una constante y un bucle sin fin de violaciones constitucionales y de leyes catalanas", insiste Sarri, poniendo de ejemplo que la Generalitat nace a partir de un intento de invasión de Castilla a la Corona de Aragón.
Sarri recuerda cómo Castilla intentó cambiar el nombre del País Valencià con el nombre de "Nueva Castilla". "Una institución tan importante como la Generalitat no es que se crezca simplemente para recaudar impuestos, sino para defender el país de esta invasión de Castilla, para defender el Corona Aragón. Acaba desapareciendo por culpa de una invasión franco-castellana, que es la de Felipe V", narra Sarri, recordando que la cultura política castellana nace en el siglo XIII creyendo que es "heredero" de la monarquía visigótica. De hecho, Aleix Sarri también pone el foco en el factor demográfico, militar y económico, que tuvo un gran peso en la relación entre Catalunya y Castilla, ya que los castellanos eran ocho veces más que los catalanes demográficamente.
"La primera vez que se nombra háblame en cristiano es en Montserrat"
El dirigente juntaire también pone sobre la mesa el papel de la iglesia catalana y castellana, así como del Vaticano, en la historia de Catalunya, hasta el punto de ser clave en el Compromís de Casp. "Joan I, hermano de Martí l'Humà, se quiere casar con una chica en contra de lo que quiere a su padre, Pere Cerimoniós. Un cardenal aragonés, dependiendo de Avinyó y que acaba siendo papa (Benedicto XIII), le ayuda," empieza explicando Sarri, que explica cómo el papa Benedicto XIII construye toda una intriga diplomática para que en Casp se decida que haya un rey de la Corona de Aragón que sea a favor de Avinyó, en vez del papa de Roma -en aquellos tiempos había dos papas. Finalmente, acaba siendo Ferran d'Antequera, de Castilla. "El tema de la iglesia todavía es más profundo. Una de las primeras cosas que pasa cuando en el siglo XVI empieza a haber una voluntad bastante clara de dominio sobre Catalunya por parte de Castilla es el control en la iglesia catalana", explica Sarri.
De hecho, recuerda cómo, con Fernando el Católico, Montserrat fue dependiente de Valladolid y durante un siglo hubo abades castellanos en Montserrat, en 1482. "Los monjes castellanos asedian lingüísticamente a los monjes catalanes", asegura Sarri, que recuerda cómo en 1585 hay una revuelta política en Catalunya contra este dominio castellano de Montserrat. "La primera vez que se nombra háblame en cristiano es en Montserrat", narra. Finalmente, acaban acordando que cada tres años habrá un monje catalán, y al cabo de tres años castellano. "Hay momentos en que más de la mitad de los obispos en Catalunya al siglo XVI y el siglo XVII son castellanos", insiste Sarri, que el conflicto entre la iglesia catalana y la castellana lleva que Pau Claris, como canónigo, acabe siendo president de la Generalitat.
Con respecto al papel de la burguesía, Sarri considera que se ha ido perdiendo "capital humano" a lo largo de la historia de Catalunya. "Hay una pérdida en 1652, cuando Barcelona cae, porque parte de la burguesía barcelonesa había dado apoyo a la opción francesa", explica Sarri, que también pone en 1714 y la guerra civil española como otras fechas en las cuales la burguesía pierde capital. "Hay un exilio de miles de catalanes que se marchan a Mallorca, Nápoles o Viena, e incluso acaban fundando una colonia que se llama Nueva Barcelona", afirma. "Los héroes o los grandes personajes de la historia de Catalunya siempre han sido abogados, médicos, menestrales o campesinos. Y representan este espíritu catalán de participación de las clases medias. Hacia 1700, la mitad de todos los elegidos para dirigir Barcelona eran abogados o médicos, y eso es extraordinario", explica Sarri.
Discurso de optimismo
Finalmente, comprándolo con estos tres siglos de historia, Sarri niega que Catalunya esté en los peores momentos en la actualidad, a pesar de reconocer una crisis. "Estuvimos mucho a punto de conseguir el sueño de muchas generaciones de catalanes y hay una frustración", opina Sarri, que recuerda que el año 1714 Catalunya fue invadida por tropas borbónicas y hay miles de personas que son represaliadas, exiliadas o que han muerto. "Creo que la historia de Catalunya es la historia de un pueblo que se levanta, que lo vuelve a intentar, que tiene el espíritu del insistir, que tiene un espíritu de constancia y de pervivencia y de amor a su identidad y defensa de sus libertades", insiste.