Los Mossos d’Esquadra mantienen viva la investigación del caso de la muerte del fundador de Mango, Isak Andic, el pasado 14 de diciembre, aunque la principal hipótesis sigue siendo la de un desafortunado accidente. La causa se reabrió el pasado marzo. La magistrada del juzgado de instrucción 5 de Martorell tiene abierta una pieza secreta para aclarar la muerte del empresario de 71 años, cuando iba acompañado de su hijo Jonathan, a petición de la División de Investigación Criminal (DIC) del cuerpo policial catalán, que ve indicios de criminalidad, frente a la unidad policial del territorio donde ocurrieron los hechos. La DIC pidió a la jueza poder examinar el móvil del hijo para aclarar -de una vez- si hay indicios de un homicidio. O no. Jonathan entregó su móvil a la policía catalana el 9 de septiembre pasado, según han confirmado fuentes cercanas de la investigación.
La magistrada no ha imputado formalmente a Jonathan Andic del crimen de su padre. Según aclaran fuentes del gabinete de prensa del TSJC este viernes, “la investigación está residenciada en el cuerpo policial”, que se mantiene secreta, y que, por ahora, “procesalmente no se dirige hacia ninguna persona concreta”.
Reclamo de información
No obstante, el decomiso de un teléfono móvil a una persona para ser analizado requiere de un permiso y una imputación por parte de una autoridad jurídica, ya que es un bien jurídico protegido, como la vivienda. Además, la imputación de una persona es necesaria para garantizar la validez jurídica de los indicios que se puedan encontrar, en este caso en el teléfono del hijo del fundador de Mango.
Por ello, la defensa del hijo, ejercida por el abogado Cristóbal Martell, se ha dirigido al juzgado de Martorell, apelando al artículo del interesado (en leer noticias sobre su investigación), para que se le comunique la resolución judicial que habilita a los Mossos a tener el móvil de Jonathan. Por ahora, no han recibido ninguna respuesta.
El accidente
En el accidente, en diciembre hará un año, el propietario de Mango perdió la vida tras caer al vacío desde una altura de unos 150 metros cuando hacía una ruta por un camino cerca de las cuevas del Salnitre, en Montserrat, en el término municipal de Collbató.
En el paseo le acompañaba su hijo Jonathan, para el cual la DIC insiste en querer aclarar si tuvo alguna participación, y por eso quiere examinar el contenido de las conversaciones que habría tenido con su padre, así como fotografías. Los investigadores sostienen que hay contradicciones en las declaraciones del hijo, así como la supuesta mala relación que tenía con el padre, que la familia niega totalmente, y espera que se ratifique que fue un desgraciado accidente.