Tal día como hoy del año 1931, hace 87 años, se celebraban los primeros comicios electorales después del paréntesis de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Aunque eran unas elecciones municipales, los partidos republicanos firmantes del Pacto de San Sebastián (1930) —que había sido la plataforma opositora a la dictadura— lo presentaron como un plebiscito a la monarquía —que había sido uno de los puntales del régimen de Primo de Rivera—. La victoria electoral de los partidos republicanos, que ganaron en cuarenta y una de las cincuenta capitales de provincia del estado español, provocó la renuncia de Alfonso XIII. Dos días después abandonaría el territorio español.

Catalunya fue el territorio del estado español donde el voto republicano obtuvo los porcentajes más elevados. Los partidos republicanos y catalanistas ganaron en la capital y en las diez ciudades más pobladas del país. Pero el voto estuvo muy polarizado, y se decidió, básicamente, hacia las tres principales fuerzas catalanistas del momento: la Esquerra Republicana (liderada por Francesc Macià y Lluís Companys); el liberal Partit Catalanista Republicà (liderado por Lluís Nicolau de Olwer y Manuel Carrasco i Formiguera) y la promonárquica Liga Regionalista (liderada por Joan Ventosa i Calvell y Francesc Cambó), que había sido la formación hegemónica de Catalunya.

En Barcelona (la única ciudad de la península que superaba al millón de habitantes) ganó Esquerra Republicana. Ganó en seis de los diez distritos: Poble Sec-Montjuïc, Raval, Esquerra de l'Eixample, Hostafrancs-Sants, Gràcia y Sant Andreu-Horta. La Lliga ganaría en tres de los diez: Barceloneta-Ciutat Vella, Les Corts-Sarrià y Dreta del Eixample. Y finalmente, una coalición de socialistas, ugetistas y lerrouxistas ganaría en el distrito de Sant Martí. El nuevo consistorio barcelonés quedaría formado por 25 concejales de ERC; 12 de la Liga; 12 de la coalición de socialistas, ugetistas y lerrouxistas; y 1 del PCR que, en cambio, en el conjunto de Catalunya, sería la tercera fuerza política.