Tal día como hoy del año 1810, hace 208 años, en el contexto de las guerras napoleónicas, el ejército francés del mariscal Suchet rodeaba Lleida y después de un breve combate asaltaba las murallas y accedía al interior de la ciudad. Lleida, defendida por un contingente militar de 8.000 soldados españoles comandados por los generales Jaime García Conde y Enrique José O'Donell Anethen, no pudo resistir el asedio y la embestida de los 13.000 efectivos franceses a las órdenes de Suchet. Cuando el ejército francés consiguió superar las defensas de la ciudad, las tropas españolas se retiraron dentro del segundo anillo de murallas, situado en la cima del cerro de la Seu.

García Conde y O'Donell que, contra la opinión de las autoridades municipales, habían impuesto la resistencia, abandonaron a su suerte a los 12.000 habitantes de la ciudad. El ejército francés entró por la muralla de la Magdalena, al nordeste de la ciudad, y se entregó a una brutal matanza indiscriminada de población civil. Entre la media tarde del 13 de mayo y el mediodía del 14 de mayo fueron asesinadas 2.000 personas, y se estima que una cifra similar sería víctima de agresiones, palizas, violaciones y amputaciones. Mientras eso ocurría, la guarnición militar española asistía impasible refugiada dentro de los muros del castillo, sin disparar ni un solo tiro.

Grabado que representa Lleida / Institut d'Estudis Ilerdencs

A media tarde del 14 de mayo, con la ciudad destruida y las vías principales sembradas de cadáveres, García Conde y O'Donell pactaron la rendición de la plaza. Lleida, como Girona, Tarragona y Zaragoza, fue víctima de la irresponsable actuación de unos militares españoles que, embriagados de un sentido del honor apolillado e inhumano, sometían la población civil a un padecimiento y a unos sacrificios que se demostraban absolutamente innecesarios. Poco después de la ocupación (1812), Napoleón Bonaparte anexionaba el Principat al Imperio francés, convertía Lleida en la capital de la prefectura de las Bocas del Ebro y llegaban a la ciudad las primeras manifestaciones de modernidad.

Imagen principal: El asedio de Lleida en una pintura de Jean Charles Remond / Museo del Palacio de Versalles