Desde hace más de 15 años, Philip Morris International (PMI), una de las principales compañías tabaqueras del mundo, ha emprendido una transformación inédita: dejar atrás el cigarrillo tradicional y avanzar hacia un futuro sin humo. Para lograrlo, la empresa ha destinado más de 14.000 millones de dólares a investigación y desarrollo de productos menos dañinos que el cigarrillo, además de contar con un centro científico pionero en Suiza donde trabajan cientos de expertos.

Ciencia para reducir el riesgo

La compañía sostiene que el verdadero causante del daño al fumar no es la nicotina en sí —una sustancia presente de manera natural en el tabaco, adictiva pero no identificada como la causa principal de las enfermedades relacionadas con fumar—, sino la combustión. Encender un cigarrillo produce un humo que contiene más de 6.000 sustancias químicas, de las cuales alrededor de 100 son catalogadas como dañinas o potencialmente dañinas por las autoridades sanitarias. Por eso, la innovación de PMI se centra en desarrollar productos que eliminen la combustión y, por tanto, el humo.

No podemos eliminar el riesgo, pero sí reducirlo”, explica Moira Gilchrist, científica y directora de Comunicación de PMI a nivel mundial. Tras años de investigación, apunta que la combustión es la responsable de la creación de la mayoría de sustancias tóxicas asociadas al tabaco. “Nuestro enfoque es eliminar la combustión para desarrollar productos sin humo para fumadores adultos que liberen nicotina de una forma menos perjudicial”.

Gilchrist subraya que la ciencia está en el centro de esta transformación. “El mayor reto no es la investigación, sino la desinformación que existe sobre la nicotina y los productos sin combustión”, señala. También destaca el valor de la diversidad en el desarrollo científico: “Asumir riesgos, aprender de los errores y escuchar voces distintas es fundamental para innovar”.

Una idea que comparte Gizelle Baker, vicepresidenta de Asuntos Científicos de PMI: “La diversidad impulsa la ciencia. Cuando entré en la empresa hace 13 años éramos pocas mujeres en el ámbito científico. Hoy somos muchas más, y eso enriquece la investigación y el desarrollo de productos que realmente sirvan a todos los fumadores”.

Alternativas para quienes siguen fumando

A pesar de las políticas de prevención y los programas de cesación, más de 1.000 millones de personas en el mundo siguen fumando, según la Organización Mundial de la Salud. Para quienes no dejan el cigarrillo, PMI asegura que existen alternativas avaladas científicamente como mejores opciones que continuar fumando.

La compañía insiste en que la mejor decisión siempre es no empezar a fumar o dejar el tabaco y la nicotina por completo. Pero mientras esto no ocurra, defiende que los fumadores adultos deberían tener acceso a la evidencia científica y a productos sin humo que reduzcan su exposición a sustancias tóxicas.

Una empresa en plena transición

Actualmente, los productos sin combustión de PMI están disponibles en 100 mercados y ya representan el 41% de sus ingresos netos. La compañía aspira a que, en 2030, su negocio sea mayoritariamente libre de humo y a que en 10-15 años el cigarrillo convencional quede relegado al pasado.