Alerta en la sala de prensa del estadio Olímpico de Roma. Ernesto Valverde, prevenido como siempre, no quiere ninguna concesión a la euforia ni al exceso de confianza porque todavía no se ha acabado la eliminatoria. El entrenador blaugrana no deja de poner el freno de mano, y más a la Champions League y contra la Roma, porque "siempre pienso que podemos perder", afirma.

Quedan al menos 90 minutos para jugarse en la capital italiana y Valverde sabe que "la eliminatoria está por decidirse aunque llevamos un buen resultado". El 4-1 es muy bueno pero todavía no está todo hecho. El técnico del Barça siempre está mirándoselo todo desde la banda, pero con un ojo crítico y sabiendo del potencial de los rivales.

"Tenemos que intentar jugar con el marcador como si fuera un 0-0 e intentar salir al campo a ganar", ha añadido todavía con una mentalidad más conservadora. No es de extrañar esta actitud, porque a pesar de reconocer que son un equipo "difícil" de batir, "llevo mucho tiempo en el fútbol para saber que pasan cosas extraordinarias", ha dicho en un tono de prudencia total.

Se tiene que tener "equilibrio", tanto en defensa como en ataque, para poder pasar a las semifinales. Valverde cree que el equipo llega "físicamente bien", pero sin querer decir nada, porque "no tenemos ningún exceso de confianza".

Afrontar como afronten los dos equipos el partido, el míster blaugrana sabe que tendrá el factor Leo Messi de su lado. Eusebio di Francesco ya ha dicho que querrá hacerle un marcaje especial, pero Valverde sabe que "Messi siempre encontrará la manera de entrar en juego y ser decisivo". Y también con la posibilidad del retorno de Sergio Busquets, que será duda hasta última hora.

Nadie se puede relajar

"El error sería pensar que ya estamos en semifinales", ha asegurado el entrenador extremeño. La Roma demostró en el Camp Nou que es un equipo que tiene calidad suficiente para darle la vuelta al marcador, a pesar del mal momento actual después de no conocer la victoria desde hace prácticamente un mes.

El planteamiento del rival será clave. "Mayor intensidad" pero una manera de hacer parecida a la del partido de ida. Por lo tanto, Valverde se imagina que los italianos querrán volver a jugarle la pelota y la posesión a los blaugrana. Y para conseguir pasar "ellos tienen que arriesgar y nosotros hacer un partido fuerte".

Y más allá de la Champions, Valverde no quiere oír hablar de nada más que no sea la Roma. El Barça todavía no ha ganado nada y, por lo tanto, no piensa ni en pasillos ni en tripletes.