Gerard Piqué es un futbolista que rompe esquemas. El central del Barça, a diferencia de la mayoría de jugadores, no tiene ningún inconveniente en mojarse sobre temas de actualidad política, hecho que ha provocado que a menudo se le critique desde Madrid. El defensa no se corta delante de los micrófonos y tampoco con sus compañeros, aunque estos jueguen al eterno rival y tengan ideas opuestas sobre España.

Esta semana, El País publica una conversación entre Iker Casillas y el exseleccionador español Vicente del Bosque en la cual el exportero del Madrid revela varias anécdotas sobre las interioridades de 'La Roja'. Y Piqué, claro está, es uno de los protagonistas.

En relación a los cuatro Clásicos que Barça y Madrid disputaron durante el 2011, Casillas se sincera: "No estábamos preparados por aquellos cuatro partidos en tan poco tiempo. Nos jugábamos muchas cosas. Aquellos cuatro partidos marcaron el fútbol español y todo lo que nos rodeaba, llegó a tener una magnitud política. Si ganaba el Barça era como si Catalunya estuviera por encima de Madrid", dice. Y, después de que Del Bosque intente quitar peso a las consecuencias que tuvieron en la selección nacional, el portero añade: "En aquellos dos partidos que jugamos en 2011 con la selección, la sensación que se respiraba no era igual. El ambiente ya no era lo mismo. No estábamos bien. La relación con Xavi, Puyol... los jugadores de Barça y Madrid no teníamos la misma afinidad. La recuperamos casi un año después".

Del Bosque, ganador de una Eurocopa y un Mundial con España, defiende en la conversación que la tensión nació por culpa de José Mourinho, que llevó al límite a los futbolistas blancos. Según Casillas, el mal ambiente estuvo a punto de romper relaciones de amistad. "Nosotros no tuvimos la culpa, pero llevamos el conflicto a la selección. En el vestuario, eso se huele. Veíamos que la relación no era la misma. Puyol, con quien tengo una gran relación, me llegó a decir que tenía ganas de levantarse y darme dos leches", revela.

Por último, del Bosque afirma que, aun así, en la selección española no se hablaba de política. "Delante mío nunca oí como hablabais sobre ello", dice el exentrenador. Es entonces cuando entra en escena el nombre de Piqué. "Eso es porque no se juntaba con Gerard por las noches. Nos volvía a todos locos", sentencia.