Ocho temporadas en el Barça dan para mucho y Javier Mascehrano poco a poco fue cogiendo peso en un equipo lleno de estrellas y en el cual se hizo un sitio en el eje de la defensa. Al lado de Gerard Piqué, el otro defensa central, su estrecha relación dentro del campo quizás pasó a un exceso de confianza fuera de él.

Todo el mundo más o menos sabe que Piqué aparte de ser uno de los mejores defensas del mundo es un bromista como pocos. Ya de bien joven en Inglaterra se hizo respetar cuando jugaba en el Manchester United. Y cuando llegó a Barcelona perfeccionó su arte.

Pero compañeros como Mascherano sufrieron más de lo que les hubiera gustado. Bromas pesadas que entre futbolistas pueden llegar a hacer gracia, y que lideraba Piqué: pinchar las ruedas del coche, recortar pantalones... Así lo confiesa el 'jefecito' en el podcast 'Team Barça'.

"Nos divertíamos en los entrenamientos, en el vestuario, con las bromas...", reconoce el argentino. Mascherano cree que parte de los éxitos de aquel Barça fue el buen ambiente que había dentro del vestuario.