El exseleccionador de España Robert Moreno se ha despedido de su cargo con un comunicado en el cual desea suerte a su sucesor, Luis Enrique, pero en el que también evidencia que su dimisión ha estado rodeada de polémica.

El técnico catalán siempre había defendido que daría un paso al lado cuando Luis Enrique decidiera volver a entrenar la Selección española, pero lo cierto es que en las últimas semanas la situación se ha enrarecido a marchas forzadas. Tres meses después de la muerte de su hija, el exentrenador del Barça vuelve al banquillo de La Roja y lo hace sin su eterno segundo, con quien mantenía una gran relación profesional y de amistad desde hacía once años. El asturiano no lo quiere a su lado después de interpretar que no le dio el apoyo que se le presupone a un amigo en un momento trágico.

En el comunicado que ha emitido este miércoles, Robert no aclara qué ha pasado entre él y Luis Enrique pero sí que pone de manifiesto que no está conforme con la decisión de la RFEF de relevarlo. "Valorar las últimas horas en el cargo o incluso los últimos días, sólo serviría para entrar en un espiral de reproches y justificaciones para cada una de las partes. No le veo ningún sentido. Tengo la conciencia tranquila. Es imposible gustar a todo el mundo, pero os digo sinceramente que respeto a todo el mundo y todas las opiniones", afirma.

Este es su comunicado entero.