“Esta semana hace un año que Isak nos dejó y, como hijos suyos, deseamos honrar su memoria compartiendo unas palabras en su recuerdo”. Con esta frase arranca la carta que Jonathan, Judith y Sarah, los tres hijos del empresario Isak Andic, fundador de Mango, le han dedicado en el aniversario de su trágica muerte, que se cumple este domingo.

La carta habla del Andic empresario, pero, sobre todo, de su lado humano. “Cuando hablamos de Isak Andic, no hablamos solo de un empresario excepcional, sino de un hombre generoso y comprometido con la sociedad", destaca sus hijos en una carta abierta a la que ha tenido acceso ON ECONOMIA.

"Quienes lo conocieron saben que sus mayores logros no se midieron en los premios, sino en las oportunidades que generó y en las vidas que transformó”, dice la carta, que añade: “No se puede hablar de Isak sin recordar su inmensa generosidad, a menudo silenciosa. Su compromiso con proyectos educativos, culturales y sociales fue constante”, y recuerda su apoyo al Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona, a la Fundación FERO en sus investigaciones oncológicas, a la Fundación Amigos del Museo del Prado, al MNAC y al MACBA, entre muchas otras instituciones.

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Isak Andic

Más en lo personal, Jonathan, Sarah y Judith Andic tienen palabras para el fundador de Mango como padre: "Para nosotros, su familia, su mayor legado es el personal. Isak fue un padre cercano y afectuoso, un hombre sereno, atento y sabio. Era alguien que escuchaba de verdad, que celebraba los triunfos ajenos y que siempre encontraba tiempo para acompañar a quienes amaba, por más exigente que fuese su jornada. Con la misma humildad con la que empezó vendiendo ropa en mercadillos siendo un adolescente, mantuvo siempre los pies en el suelo y una mirada cálida hacia los demás”.

Los hijos de Andic explican su llegada a Barcelona y sus inicios en la moda: “Llegó a Barcelona siendo apenas un joven con sueños enormes y una determinación que ya entonces sorprendía. Con el tiempo, ese sueño tomó forma y dio lugar a una empresa que se convertiría en uno de los grandes motores económicos del país y del sector de la moda”.

“Mango nació con el propósito de que la moda estuviera al alcance de todas las personas y ese espíritu sigue vivo en cada tienda, cada equipo y cada proyecto que hoy forma parte de la compañía”, sigue la carta. De hecho, el grupo de moda que preside ahora Toni Ruiz ha recordado este viernes la figura de su fundador con varias acciones en numerosas tiendas Mango de todo el mundo.

Trabajo y visión, las grandes virtudes de Isak Andic

Los hijos tienen claro que una de sus grandes virtudes era el trabajo: “Isak era un trabajador incansable. Solía decir que no descansaba hasta “vaciar la maleta”, una analogía de su esfuerzo constante desde sus inicios como vendedor. Su visión siempre fue clara: llevar Mango a las principales ciudades del mundo. Hoy, la compañía cuenta con cerca de 3.000 tiendas repartidas en más de 850.000 m², presencia en más de 120 mercados y más de 17.000 personas”. “Él solía decir que Mango era una empresa que pertenecía a todas las personas que trabajaban o habían trabajado allí. Para Isak, lo más importante era trabajar con buenos profesionales que también fueran buenas personas”, añaden.

También destacan su visión: “En el universo de la moda, Isak fue un visionario adelantado a su tiempo. Rompió moldes, abrió caminos y se atrevió a experimentar cuando pocos lo hacían. Fue el primero que empezó con la venta online, promovió la expansión internacional a través de las franquicias y convocó para las campañas de Mango a supermodelos icónicas de los 90 (…). Su mirada amplia y curiosa ayudó a democratizar la moda y consolidó a Mango como una marca de referencia mundial”.

Jonathan, Judith y Sarah resaltan también su contribución a la marca Barcelona: “Elevó el nombre de Barcelona y la proyectó al mundo con un orgullo contagioso. Para él, la ciudad y su espíritu mediterráneo no eran solo un punto en el mapa, sino una fuente de inspiración: una forma de entender la creatividad y el diseño. Gracias a su impulso, Mango se convirtió en un puente entre Barcelona y las grandes capitales del mundo (…), llevando el nombre de la ciudad que lo acogió a prácticamente todos los rincones del planeta”.

La carta, firmada por los tres hijos del empresario, termina así: “Hoy, su memoria sigue viva no solo en la empresa que construyó o en los reconocimientos que recibió, sino en los valores que nos transmitió: la determinación, la creatividad y la generosidad discreta. Su legado inspira el futuro de nuestra familia y de su obra empresarial”.

Isak Andic Ermay, nacido en Estambul (Turquía), murió el 14 de diciembre de 2024 a los 71 años cuando realizaba una excursión por la montaña de Montserrat.