El Espanyol ha iniciado una nueva era. Este martes se ha presentado oficialmente a Alan Pace como nuevo propietario del club, un movimiento que promete transformar la entidad desde sus cimientos. El empresario estadounidense, conocido por su gestión al frente del Burnley en la Premier League y por su experiencia en el ámbito financiero, aterriza en Barcelona acompañado de su fondo Velocity Sports Partners (VSP), filial del grupo ALK Capital, con la intención de reactivar la marca y modernizar su modelo deportivo.

Pace, que se ha mostrado ambicioso y cercano en su primera comparecencia, ha dejado claro que su objetivo no pasa únicamente por inyectar dinero. “Para crecer, no solo se necesita dinero. Hay una parte de conocimiento del mundo”, explicó. Su enfoque apunta a una revolución estructural basada en la gestión, la formación y la mentalidad ganadora, más que en el gasto masivo.

Una nueva cultura de club

El nuevo propietario quiere que el Espanyol sea un proyecto global, con identidad propia y atractivo tanto para jugadores como para aficionados. “Mi sueño es que todos estemos de acuerdo en que este es un gran club, con una gran historia y un significado especial dentro de Barcelona y del mundo”, dijo. Su visión incluye aprovechar el potencial de la ciudad como un reclamo futbolístico y cultural: convertir a Barcelona en una ventaja competitiva para el Espanyol, no en un obstáculo frente al Barça.

Pace lo expresó con claridad al hablar de la convivencia con el club azulgrana: “El Barça ha crecido por la gente de fuera de Barcelona. Hay muchos turistas que buscan fútbol de calidad, y tenemos la oportunidad de que nos conozcan. Primero tienen que saber que estamos aquí”. La idea es ambiciosa: posicionar al Espanyol como una alternativa real para los millones de visitantes que pasan por la ciudad cada año y abrir una vía comercial y de imagen global.

Sinergias, cantera y ambición internacional

Aunque VSP también es propietario del Burnley, Pace descartó cualquier dependencia entre ambos proyectos. “No son lo mismo. Es una familia, pero cada hermano es diferente. Somos independientes”, puntualizó. Sin embargo, sí reconoce que habrá sinergias deportivas y formativas, especialmente en la detección de talento joven. La cantera perica, históricamente una de las más productivas de España, será uno de los ejes del nuevo plan.

El directivo estadounidense quiere que el Espanyol sea un destino atractivo para jugadores de la Premier y de otras ligas europeas que busquen un entorno competitivo, con clima, estilo de vida y proyección internacional. En cuanto al mercado de invierno, Pace no promete fichajes inmediatos, pero sí una planificación conjunta con Fran Garagarza y Manolo González para evaluar las necesidades del primer equipo.

Alan Pace no llega para gastar, sino para construir. Su revolución pasa por modernizar el Espanyol, internacionalizarlo y recuperar el orgullo de una institución que quiere volver a mirar hacia arriba.