Laia Sanz se prepara para su octavo Rally Dakar, la prueba de motor más exigente del mundo que empieza el próximo 6 de enero en Lima. La piloto catalana de KTM llega en muy buenas condiciones a la cita, que este año incluye la arena del Perú en la primera semana del recorrido por Sudamérica. Sanz es ambiciosa y no se pone techo: "El objetivo es acabar entre los 15 primeros".

En el 2015, la piloto de Corbera de Llobregat firmó la mejor clasificación de una mujer en la general de una carrera con 40 años de historia. Aquella novena posición, sin embargo, supone una presión añadida a la hora de ir superando etapas: "La gente se espera mucho y quizás piensa que es fácil de conseguir. Soy realista y es muy complicado, pero creo que el Dakar me puede ir bien".

La preparación de una prueba que exige poner la mente y el cuerpo al límite explica buena parte de los resultados finales. Y a 22 días para empezar el Dakar, Sanz tiene unas sensaciones prácticamente inmejorables. "Me veo en un muy buen momento. Llego muy animada, con muchas ganas y con la conciencia tranquila", ha señalado con una actitud serena y confiada.

Además, KTM ha trabajado para mejorar las prestaciones de su moto, que ha ganado en fiabilidad: "Se nota mucho más ligera, con el peso más abajo. Es más divertida de pilotar y menos pesada, requiere menos desgaste. Al Rally de Marruecos fue muy bien y eso se notó en los tiempos porque estaba mucho más cerca de los pilotos de delante".

El recorrido de la 40ª edición del Dakar cambia. La organización ha querido evitar posibles estrategias para premiar el rendimiento individual de los pilotos y favorecer el espectáculo. La primera semana se disputará en Perú, después de cinco años de ausencia, y la segunda se dividirá entre Bolivia y Argentina. Y se celebrarán dos etapas maratón, sin asistencia, en el circuito de las motos. "La navegación será uno de los puntos fuertes de este Dakar. Además se tendrán que gestionar muy bien las energías para llegar con garantías a la segunda semana. Las etapas suponen un desgaste y Perú es una incógnita", ha indicado una deportista que no se conforma con todos los títulos en que acumula y se alimenta de retos.

Sanz sigue luchando contra el estereotipo de una prueba de resistencia que mucha gente sigue asociando a los hombres. Sin embargo, su objetivo es seguir acumulando kilómetros para hacerles ver que se equivocan: "Los buenos resultados han hecho que me gane el respeto de los otros pilotos y ahora me cuentan como un rival más". El 20 de enero, si la suerte acompaña, saldremos de dudas.