La planificación deportiva del FC Barcelona para el verano de 2026 ya empieza a dibujarse en los despachos del club, aunque el balón aún ruede. Joan Laporta, que buscará su reelección como presidente, está decidido a presentar un proyecto ambicioso que ilusione al socio, y eso pasa por incorporar un delantero de talla mundial que tome el relevo de Robert Lewandowski, cuya etapa en el club parece destinada a cerrarse al final de la presente temporada.
Entre los nombres que han sonado con fuerza en el entorno azulgrana destaca Julián Álvarez, actual delantero del Atlético de Madrid, que desde su llegada en verano de 2024 ha demostrado ser un futbolista total: móvil, técnico, generoso y con gol. Sin embargo, y pese al alto rendimiento del argentino, fuentes cercanas al club aseguran que Laporta tiene otro objetivo prioritario: Erling Haaland.
Haaland, el sueño imposible que Laporta quiere convertir en realidad
El delantero noruego, vinculado contractualmente al Manchester City hasta 2034, parece fuera del alcance de cualquier club que no tenga detrás un músculo económico colosal. Pero en el Barça consideran que podría existir una ventana de oportunidad si finalmente Pep Guardiola abandona el Etihad en 2026, como algunos medios británicos empiezan a especular. La salida del técnico catalán sería un punto de inflexión para muchos jugadores clave del City, incluido Haaland.
En este escenario, Laporta podría aprovechar la sintonía con la agente del futbolista, Rafaela Pimienta, quien en una entrevista a AS en 2023 dejó entrever que una llamada del presidente culé tendría siempre respuesta afirmativa: "Siempre digo que Laporta no me puede pedir nada en el fútbol, no es justo, porque sabe que voy a decir 'sí'". Este tipo de guiños públicos refuerzan la sensación de que el entorno de Haaland no ve con malos ojos una hipotética etapa en el Barça.
Julián Álvarez, opción de primer nivel pero sin el mismo impacto mediático
Aunque Julián Álvarez es considerado una opción de altísimo nivel en el área técnica del club, su perfil no ofrece el mismo impacto mediático que Haaland, algo que Laporta valora especialmente en un contexto electoral. El argentino ha demostrado ser un delantero de equipo, capaz de rendir en distintos esquemas y contextos, pero no representa el golpe sobre la mesa que el presidente busca para convencer al socio de su proyecto.
Además, su fichaje implicaría negociar con el Atlético de Madrid, un club tradicionalmente reticente a reforzar a sus rivales directos, especialmente al FC Barcelona. En cambio, Haaland, pese a su cláusula y salario astronómico, podría estar más predispuesto a un cambio si el City entra en una etapa de reconstrucción post-Guardiola.
Laporta sabe que necesita algo más que un buen plan deportivo: necesita una estrella que devuelva el foco mundial al Barça. Haaland es, sin duda, el nombre más potente del mercado, y el presidente no quiere dejar pasar la oportunidad si se presenta la más mínima opción de ficharlo.