El FC Barcelona ya mira más allá de la actual temporada y ha empezado a diseñar lo que será su plan estratégico para el verano de 2026. El presidente Joan Laporta y el director deportivo Deco comparten una hoja de ruta clara: reforzar al equipo con dos fichajes de nivel alto y un golpe de efecto en forma de galáctico que devuelva al club a la primera línea mundial en el mercado.
Un central y un extremo en la lista de prioridades
El primer objetivo está en la defensa. Flick ha insistido en que el Barça necesita un central de primer nivel que pueda liderar la zaga durante la próxima década. Aunque Cubarsí y Eric Garcia se han consolidado como titulares, la idea es sumar un perfil contrastado que aporte experiencia y jerarquía internacional.
El segundo foco está en la banda. El club se guarda la opción de fichar a Marcus Rashford de manera definitiva si su cesión termina de cuajar en esta campaña. El inglés gusta por su potencia, desborde y polivalencia, y si mantiene una temporada de alto nivel, el Barça valorará seriamente pagar los 30 millones de su opción de compra. De esa manera, se aseguraría un tridente ofensivo con Lamine Yamal y Raphinha como compañeros de ataque.
El recambio de Lewandowski: un galáctico
La tercera y gran pieza del plan es la incorporación de un delantero centro top mundial. Con la salida de Robert Lewandowski prevista para 2026, Laporta y Deco buscan un relevo que mantenga al equipo en la élite competitiva. Entre los nombres que ya figuran en la lista están Erling Haaland y Julián Álvarez.
Haaland es el gran sueño: sería el fichaje que marcaría una era en el Camp Nou. Sin embargo, su fichaje se presenta como una operación de máxima dificultad por la competencia de otros gigantes europeos y las cifras económicas que implicaría. En paralelo, la opción de Julián Álvarez aparece como una alternativa más realista: joven, versátil y con experiencia en la élite, podría adaptarse perfectamente al modelo de Flick.
Laporta quiere un golpe de efecto
El presidente entiende que el Barça necesita recuperar músculo en el mercado de fichajes y dar un mensaje contundente al panorama internacional. Después de varias temporadas con limitaciones económicas, la previsión es que en 2026 el club tenga margen suficiente para afrontar una operación de gran envergadura.
Deco, por su parte, trabaja en paralelo para identificar oportunidades de mercado que permitan al club reforzarse con inteligencia y sin comprometer el equilibrio financiero. El reto no será fácil, pero en el Barça ya se habla de un verano clave para marcar el rumbo del proyecto.
El plan está en marcha: un central, un extremo y un galáctico para liderar al Barça del futuro. Laporta y Deco lo tienen claro, y todo apunta a que 2026 será un verano decisivo en la construcción del nuevo Camp Nou deportivo.