El Barça tiene que ganar el complicado compromiso contra el Eibar sin Iniesta para seguir los pasos del Real Madrid. LaLiga Santander ha vuelto a coger color después del pinchazo de los blancos de la semana pasada y son tres equipos los que están luchando por el liderato.

Los blaugrana tienen dos grandes objetivos en Ipurúa: seguir los pasos del Madrid y conseguir una dinámica positiva acompañada de resultados. Luis Enrqiue tiene muy claras las exigencias que tiene el equipo y las obligaciones que están obligados a cumplir.

Ni capitán ni oficiales

La baja de Iniesta ha sido un contratiempo en un mes que el Barça juega dos partidos por semana. La carga de partidos y la importancia del próximo compromiso del jueves en la Copa del Rey hace que sin el capitán, algún oficial más pueda entrar también en la rueda de rotaciones.

El Barça necesita ganar, pero tampoco se puede arriesgar a gastar todas las balas porque un descanso a tiempo es sinónimo a mejor rendimiento cuando sea necesario. La verdad es que tampoco puede haber excesivo riesgo. El rumbo que ha tomado LaLiga ha hecho los vientos estén soplando de popa, pero en una semana de mal tiempo en tierras vascas podría provocar algún estrago más que lo que sufrirá el campo en la previa del partido.

La presión del Eibar

Uno de los pocos puntos débiles de este Barça es el padecimiento excesivo en las altas presión que hacen los rivales más atrevidos. José Luis Mendilibar, el entrenador del Eibar, ya avisó la previa del partido de que una de las premisas de los suyos será salir a hacer presión a la salida de la pelota blaugrana. Con las cartas rivales sobre la mesa, la exigencia será una vez más máxima contra un rival que juega en casa en un campo pequeño e ideal para la máxima presión también de la afición.

Será un partido trampa, contra un rival muy nuevo a la primera categoría del fútbol español, pero que ya ha conseguido sorprender además de uno. El Eibar está en su tercera temporada a Primera División y ya está llamando a las puertas de las posiciones europeas. Como ya nos tienen acostumbrados con su fútbol atractivo, dominador, rápido y profundo, han conseguido una primera vuelta muy buena a la competición doméstica. Además, su peligrosidad se acentúa cuando observas que son uno de los ocho equipos que todavía están vivos a los cuartos de final de la Copa del Rey de este año.

El once de El Nacional