Arturo Vidal es un fichaje de los que gustan en Can Barça. Las primeras palabras del chileno, recién aterrizado en Barcelona, fueron "me dejaré la vida sobre el terreno de juego". Y esto es lo que le quieren escuchar muchos socios culés. El "guerrero", como lo ha bautizado Ernesto Valverde, ha salido al césped del Camp Nou con puntualidad inglesa en su primer día. Antes ha firmado el contrato en el palco Presidente Sunyol y ha sido presentado en la tribuna.

La sesión fotográfica del fichaje con más expectación mediática de la temporada ha sido, cuanto menos, peculiar. Vidal ha subido las escaleras que dan acceso al terreno de juego acompañado de su hijo Alonso, provocando una situación atípica en las presentaciones de futbolistas. Primero, ha sonreído a los medios que le pedían un beso al escudo, hecho que no se ha acabado produciendo. Después, una firma de pelotas. Hasta que ha llegado el momento del día.

Su hijo, con un peinado igual de estridente, ha saltado al Camp Nou para intercambiar unos pases con el nuevo futbolista blaugrana. El mismo Alonso, conocido con el nombre de Monito en las redes sociales, fue el encargado de desvelar el futuro traspaso de Vidal, que entre toques, ha dirigido varias miradas y gestos a la gente que lo animaba desde la gradería.

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EFE

La apariencia del jugador, lleno de tatuajes y con un peinado al que Pep Guardiola se refería en las ruedas de prensa, no guarda relación con su trato hacia los medios, trabajadores y seguidores que se encontraban en el campo. Tampoco con la manera de dirigirse a su hijo, controlado por él o por el secretario técnico del primer equipo, Éric Abidal. Su personalidad explosiva dentro del campo, tampoco casa con su talante tranquilo fuera del césped.

En los próximos días el exjugador del Bayern de Munich podrá pisar el mismo césped y jugar, ahora sí, con futbolistas de la talla de Leo Messi, Luis Suárez o Philippe Coutinho. Será entonces cuando se pueda valorar el fichaje de Vidal, que firma un contrato para las próximas tres temporadas. Será entonces cuando se pueda intuir si el Barça, con Vidal en el campo, será capaz de ganar la Champions que el chileno tanto desea.