Balaguer prepara la recuperación integral del yacimiento arqueológico del Pla d’Almatà, el espacio donde nació la ciudad hace más de mil años. El proyecto tiene previsto rehabilitar e impulsar este enclave excepcional, considerado el yacimiento de época andalusí más grande de Catalunya y uno de los principales de la antigua al-Ándalus.

El proyecto Renacimiento del Pla d’Almatà, implementado por la Generalitat de Catalunya y la Paeria de Balaguer, pretende dar una visión integral de los restos de la antigua ciudad y está previsto que se alargue hasta el año 2027. Los trabajos arqueológicos, llevados a cabo hasta ahora por la Universitat Autònoma de Barcelona y el Museu de la Noguera, han descubierto restos de las antiguas defensas, las casas, zonas industriales, espacios colectivos y cementerios.

La iniciativa prevé una renaturalización del yacimiento, de 27 hectáreas, trabajos de conservación-restauración de la muralla, hacer aflorar la antigua estructura urbana y la construcción de un centro de visitantes para alojar el proyecto inmersivo “Els ulls de la història”.

Este proyecto quiere situarlo en el centro del relato histórico e identitario de la capital de la Noguera.

Los orígenes de la ciudad

Para entender la importancia de este espacio hay que retroceder hasta el siglo VIII. Situado sobre una meseta que domina el río Segre, el Pla d’Almatà fue el lugar escogido por los primeros pobladores musulmanes que, a partir del año 711, penetraron en la península Ibérica procedentes de Arabia y del norte de África. Siguiendo las rutas naturales, llegaron hasta la zona de la Noguera y encontraron en este emplazamiento un punto estratégico para controlar el territorio fronterizo con los condados catalanes. De aquel primer asentamiento nació Medina Balagî, el embrión de la Balaguer actual.

Recuperación, investigación y divulgación de una ciudad milenaria

A partir del siglo IX, el Pla d’Almatà se convirtió en una medina próspera y planificada, rodeada por una muralla imponente de la que aún se conservan unos setecientos metros. Sus cimientos de piedra arenisca y los lienzos de tapial conservan la traza de las 27 torres que protegían la ciudad. Dentro de las murallas, un entramado ordenado de calles acogía zonas residenciales, talleres artesanales, mercados, mezquitas y cementerios.

La Medina Balagî reunía todos los elementos que definían una ciudad islámica: la mezquita aljama, el mercado y el alcázar o residencia del gobernador, además de baños públicos y alhóndigas, una especie de hostales para comerciantes y animales. La medina era, en definitiva, una ciudad próspera, diversa y abierta, donde convivían musulmanes, cristianos y judíos.

Entre los siglos X y XI el Pla d’Almatà quedó saturado. Como ya no tenía espacio para expandirse, la ciudad andalusí empezó a crecer hacia la parte baja, en lo que hoy es el Centro Histórico.

El proyecto ofrecerá una visión integral de los restos de la antigua ciudad para descubrir su pasado islámico. Foto: Departament de Cultura

De la conquista al olvido

La conquista de Balaguer por parte del conde de Urgell, en el año 1105, marcó el fin de la ciudad andalusí. El núcleo urbano quedó en ruinas y la población musulmana fue expulsada. Para repoblar la zona, se concedieron tierras y privilegios a nuevas familias cristianas. También se crearon los órganos de gobierno municipal y se dieron las concesiones para mercados y ferias.

Los nuevos habitantes se instalaron en la parte baja de la ciudad y el Pla d’Almatà quedó definitivamente abandonado. Solo las excavaciones arqueológicas iniciadas en el siglo XX empezaron a recuperar la memoria de una ciudad que había sido motor económico y cultural del norte de al-Ándalus.

Un espacio vivo

Ahora, más de novecientos años después, el proyecto de Renacimiento del Pla d’Almatà quiere revertir este olvido. La iniciativa prevé una recuperación integral del yacimiento, con actuaciones arqueológicas, musealización de los espacios y la creación de un itinerario de visita que conecte el Pla con el núcleo histórico.

El proyecto quiere hacer del Pla d’Almatà un referente patrimonial y educativo, con actividades divulgativas, visitas guiadas y recursos digitales que permitan entender cómo era aquella ciudad de hace mil años. También se quiere potenciar la investigación arqueológica y crear un centro de interpretación que explique de manera accesible la importancia histórica del yacimiento.