Situado en el distrito 20 de la ciudad, el Père-Lachaise es el cementerio más grande de la capital francesa. También uno de los más populares del mundo. En él descansan eternamente una lista interminable de figuras históricas: Guillaume Apollinaire, Honoré de Balzac, Maria Callas, Marcel Camus, Frédéric Chopin, Oscar Wilde, Marcel Proust, Édith Piaf, Yves Montand, Molière… Necrópolis de celebridades donde también encontramos las tumbas del presidente de la Segunda República española, Juan Negrín López, o del fotógrafo catalán Francesc Boix.
La misteriosa desaparición del busto de Jim Morrison
Jim Morrison es una de las grandes figuras del movimiento contracultural de los años sesenta del siglo pasado. Cantante de The Doors, una de las bandas más influyentes de la historia del rock, cuando decidió poner fin a su etapa al frente del grupo responsable de canciones que marcaron toda una época —como Riders on the Storm, Light my Fire o The End—, el Rey Lagarto se exilió a París.
Para conmemorar el décimo aniversario de su muerte, en 1981 la tumba de Jim Morrison fue coronada con un busto del cantante. Una noche, siete años después, la escultura desapareció sin dejar rastro... hasta ayer

Era marzo de 1971. The Doors acababan de grabar el disco L.A. Woman y él tomó un vuelo rumbo a la Ciudad de la Luz. Le acompañaba su pareja, Pamela Courson. Se instalaron en un piso en el número 17-19 de la Rue Beautreillis, en el barrio de Le Marais. Fue allí donde lo encontraron muerto el 3 de julio de ese mismo año. Los documentos oficiales señalan que murió por un paro cardíaco. Muchos testimonios aseguran que falleció por una sobredosis en una discoteca, ocultada por amigos y autoridades. Jim Morrison fue enterrado en Père-Lachaise, convirtiéndose su tumba en un lugar de peregrinación para los seguidores del cantante estadounidense, siendo su lápida una de las más visitadas del célebre cementerio parisino.
La policía de París encontró fortuitamente el busto en el domicilio parisino de un directivo de empresa investigado por falsificación de documentos contables
Para conmemorar el décimo aniversario de su muerte, en 1981 la tumba de Jim Morrison fue coronada con un busto del cantante. Una noche, siete años después, la escultura desapareció sin dejar rastro… hasta ayer, cuando la Brigada Financiera y Anticorrupción de la policía de París encontró fortuitamente el busto en el domicilio de un directivo de empresa que está siendo investigado por falsificación de documentos contables. Aún no ha trascendido si la estatua volverá a su emplazamiento original.
Todo Jim Morrison
El hallazgo de la cabeza de Jim Morrison ha coincidido, más o menos, en el tiempo con la publicación (llegó a las librerías el pasado mes de marzo) de Jim Morrison: Obra reunida, volumen antológico en precioso formato de coleccionista que reúne todos los poemas y escritos autoeditados, algunos inéditos, los cuadernos, el guion y fotogramas de la película HWY, que nunca llegó a estrenarse, o las letras de las canciones de esta figura icónica de la cultura popular del siglo XX. El libro ha sido editado en nuestro país por Libros del Kultrum en colaboración con el Estate of Jim Morrison y desarrollado a partir de las directrices que el propio líder de The Doors esbozó en el Plan for Book, un documento incluido entre las reliquias exhumadas póstumamente de los cuadernos de Morrison. La edición bilingüe de esta antología reúne en un solo volumen la obra del artista en sus diversas facetas como creador, hasta ahora dispersa. El volumen se acompaña de una miscelánea de 160 fotografías que incluyen fragmentos de sus 28 cuadernos, escritos todos de su puño y letra, y publicados ahora por primera vez, así como de una amplia selección de fotografías y comentarios sobre la obra del propio autor.

El libro cuenta con un prefacio de Tom Robbins, una introducción y notas del editor Frank Lisciandro —cineasta, fotógrafo y amigo del cantante— y un prólogo de Anne Morrison Chewning, su hermana. En ese prólogo, su hermana —actual coheredera del legado de Jim Morrison— explica que el objetivo “nunca fue explicar a Jim, sino dejarle contar su historia a través de sus propias palabras, imágenes y entrevistas”. Anne Morrison confiesa que en 1967, cuando vivía en Londres, por todas partes se escuchaba Light My Fire, uno de los grandes éxitos de The Doors. “No me di cuenta de que quien cantaba era mi hermano hasta que recibí un paquete de mi madre, en el que, sin ninguna nota, había un disco con una imagen grande de la cara de mi hermano mayor, Jim, bien visible en la portada bajo el título The Doors”.