El cáncer sigue constituyendo una de las principales causas de mortalidad del mundo. Según la International Agency for Research on Cancer, en el año 2020 se diagnosticaron aproximadamente 19,3 millones de casos nuevos en el mundo –son los últimos datos disponibles a nivel mundial–.

En España, según la Red Española de Registros de Cáncer, el número de cánceres diagnosticados se estima que alcanzará los 276.239 casos, aunque las cifras pueden variar debido a los efectos de la pandemia de la covid. Dentro de los diferentes tipos, el de pulmón es uno de los más frecuentes –el cuarto en el caso de las mujeres y el tercero en el caso de los hombres– y, lo que es peor, el primero en mortalidad en Occidente

Mientras avanzan los tratamientos para hacer frente a la enfermedad, los científicos han desarrollado también sistemas que permitan una detección precoz de la enfermedad, lo que determina en gran medida las posibilidades de supervivencia.

Dentro de estos programas, se ha puesto en marcha uno pionero llevado a cabo por la Clínica Universidad de Navarra que lleva por nombre AIRE y que se lleva a cabo en fumadores y exfumadores. Las siglas del proyecto responden al nombre de Actuación Integral sobre el aparato Respiratorio para detección y tratamiento del cáncer de pulmón y con él se espera encontrar patología oncológica entre el 1 y el 3% de los participantes en el estudio, personas mayores de 50 años de edad, que deben haber fumado más de 1 paquete de tabaco al día durante 20 años y, si ya no fuman, haberse abstenido de este hábito durante un tiempo máximo de 15 años.

El tabaco es el mayor peligro para el cáncer de pulmón / Pixabay
El tabaco es el mayor peligro para el cáncer de pulmón / Pixabay

Pero ¿hasta qué punto son importantes estos programas de cribado? Los expertos de la Clínica aseguran que el cáncer de pulmón es responsable de más de 21.000 muertes al año en España, con una supervivencia inferior al 15% a los 5 años del diagnóstico. Cuando se llevan a cabo los programas de cribado, se reduce la mortalidad entre un 20 y un 60%, lo que pone de manifiesto su gran importancia.

Como explica la European Lung Fundation, cuando se detecta el cáncer de pulmón debido a los síntomas –como tos prolongada e infecciones recurrentes de pecho– el cáncer de pulmón se suele encontrar ya en una etapa tardía. Cuanto más tarde se detecta el cáncer de pulmón, menos opciones existen para su tratamiento. Descubrir el cáncer en una etapa temprana puede ayudar a aumentar las posibilidades de efectividad del tratamiento del cáncer.

En el caso de AIRE, que se encuentra en fase de proyecto, los participantes van a ser sometidos a un TAC de baja dosis de radiación sin contraste intravenoso y pruebas de función respiratoria (espirometría y capacidad de difusión). Tal y como indican desde la Clínica, “la supervivencia de nuestros pacientes de cribado es superior al 70% a los 10 años tras el diagnóstico de un cáncer de pulmón”.

Las pruebas que se llevan a cabo en los programas de cribado utilizan cantidades pequeñas de radiación durante el proceso de visualización radiográfica. La dosis es aproximadamente un 90% menor con una tomografía computarizada de dosis baja en comparación con una tomografía computarizada de tórax tradicional.