Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de pulmón es el que causa más muertes en todo el mundo. Junto con los tumores de hígado, páncreas y esófago, son los tumores con peor pronóstico, fundamentalmente debido a dos causas: la agresividad del tumor y la dificultad de realizar un diagnóstico precoz –sólo el 15% de las personas son diagnosticadas con antelación–.

Un conjunto de sociedades médicas y centros, entre los que se encuentra la Lung Ambition Alliance, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, la Clínica Universidad de Navarra y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), han impulsado un programa piloto de cribado de cáncer de pulmón en el Estado español llamado Cassandra (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment), cuyo objetivo es reunir la evidencia científica necesaria para incluir el cribado de cáncer de pulmón en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud.

En cada comunidad, habrá centros seleccionados que se dedicarán al cribado de estos tumores y otras patologías respiratorias vinculadas al tabaquismo en fumadores o exfumadores de entre 50 y 75 años. Según los expertos, se dispone de suficiente evidencia científica generada, tanto en Estados Unidos como en Europa, que apoya el cribado de cáncer de pulmón, pero ahora hay que buscar nuevas evidencias científicas atendiendo a la dinámica sanitaria de cada estado. En el caso de España, que tiene 17 sistemas sanitarios distintos, es preciso estudiar qué resultados da la implantación de un modelo de cribado de cáncer de pulmón en todas ellas y también comprobar qué modelo resulta más eficaz.

“El proyecto Cassandra ha sido inclusivo con otras sociedades científicas, con cada una de las comunidades, así como con sociedades internacionales y de pacientes que luchan por su implantación. Llevamos meses trabajando conjuntamente con todas las sociedades autonómicas respiratorias, así como con todas las sociedades científicas implicadas en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de pulmón, para generar un protocolo de actuación”, ha destacado el Dr. Luis M. Seijo, neumólogo y coordinador del Área de Oncología Torácica de SEPAR.

Radiografía pulmonesSituación diagnóstica y objetivos del cribado

El cribado de cáncer de pulmón consiste en detectar cánceres en sus fases iniciales mediante una TAC periódica con dosis bajas de radiación. “Con el cribado de cáncer de pulmón esperamos poder mejorar la situación actual, detectando a tiempo el 70% de los casos de cáncer de pulmón antes de que sean irresecables”, ha destacado el Dr. Seijo.

El programa de cribado de pulmón arrancará el primer trimestre de 2022, con la adhesión de un mínimo de 1-2 centros por cada comunidad autónoma, durará 5 años e incluirá una cifra indeterminada de pacientes. Se espera que el primer y segundo año la tasa de adherencia a este programa, que se ofrecerá desde centros de atención primaria y consultas especializadas, será inferior al 10%. Pero esperan que, a medida que avance el proyecto, se incorporen más voluntarios.

El cribado se dirigirá a sujetos fumadores de entre 50 y 75 años y exfumadores con un máximo de 15 años de abstinencia, puesto que fumar es el principal factor de riesgo de cáncer de pulmón. “La prevención del cáncer de pulmón está estrechamente ligada en el proyecto Cassandra a la deshabituación tabáquica. La implantación de un programa de cribado de cáncer de pulmón implica redoblar esfuerzos en la prevención y lucha contra el tabaquismo combinando ambas estrategias”, ha subrayado el Dr. Joan Carles Trujillo, cirujano torácico del Hospital HM Nou Delfos.