El fotógrafo Esteve Lucerón (la Pobla de Segur, 1950), que fotografió las chabolas del barrio de la Perona de Barcelona a los años 80, murió el martes, según ha informado el Sindicat de la Imatge UPIFC en un tuit donde señalan que "guardaremos un entrañable recuerdo de una buena persona, comprometida y afiliada al sindicato". La muerte del fotógrafo ha llegado cuando todavía se puede visitar en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona la exposición 'Esteve Lucerón. La Perona. L'espai i la gent', que comisariaron el mismo Lucerón y el fotógrafo Jordi Calafell con una recopilación de las imágenes que realizó en aquel infrabarrio entre 1980 y 1989.

La exposición, inaugurada en noviembre y visible hasta el 22 de mayo, se compone de 92 tiradas fotoquímicas realizadas a partir de los negativos originales del fondo fotográfico de Lucerón, y muestra también a través de un quiosco interactivo más de 100 fotografías seleccionadas entre el fondo de 2.000 negativos y contactos que Lucerón dio al Arxiu Fotogràfic en 2017. A través de sus fotografías, el fotógrafo documentó la vida cotidiana de este barrio de barracas, ubicado donde ahora está el actual parque de Sant Martí, durante sus últimos años, cuando las chabolas iban desapareciendo a toda la ciudad, y los más desfavorecidos -casi todos pertenecientes a la comunidad gitana- se iban acumulando en este infrabarrio.
La Perona, el último infrabarrio
La Perona sobrevivió hasta finales de los años ochenta, cuando la piqueta olímpica acabó con el chabolismo en Barcelona. Con su desaparición, la realidad diaria de centenares de barceloneses quedó olvidada, invisibilizada y arrinconada, aunque la situación de lo que ahora se llama 'emergencia habitacional' sigue existiendo. El barrio de barracas estaba situado al lado de las vías del tren, en el barrio de Sant Martí de Provençals, en el espacio situado entre los puentes de la calle Espronceda y el antiguo Pont del Treball -con una ramificación hasta el desaparecido puente de la Riera d'Horta-, en el ámbito del actual Parc de Sant Martí y los terrenos donde Adif construye el futuro complejo ferroviario de la Sagrera.
El nombre del barrio se empezó a utilizar a raíz de la visita, el año 1947, de Eva Duarte de Perón, primera dama de Argentina como segunda esposa del presidente Juan Domingo Perón. También conocida como Eva Perón o la Perona, fue protagonista de una sonada visita a la España franquista en el año 1947, cuando, acompañada del dictador Francisco Franco recorrió el Estado -incluida Barcelona- en una operación propagandística que intentaba situar España en el concierto internacional en un momento en que la ONU excluía al régimen fascista por su colaboración con Alemania e Italia durante la Segunda Guerra Mundial y Argentina era el único aliado de peso, Vaticano aparte.

Es cierto que Eva Perón tenía una sensibilidad social hacia los más desfavorecidos que no tenían los gobernantes españoles del momento, y la tirante relación con Carmen Polo, la primera dama española, fue un claro ejemplo, pero bautizar el barrio en honor suyo responde en una 'fake news' de la época. Sin ningún fundamento, se difundió el rumor que Eva Perón quería hacer construir casas para los pobres en la ronda de Sant Martí, y es por este motivo que la barriada adoptó el nombre de la Perona. Todo era mentira, pero el nombre quedó fijado para siempre.