Unas 200 personas se han concentrado este domingo ante las puertas de la jefatura de la policía española de Via Laietana, en Barcelona, para exigir que el edificio se convierta en un centro de memoria y que se traslade la Policía española a otra dependencia en la capital catalana. Maribel Ferrándiz, una de las víctimas de torturas dentro de la jefatura y participante en la manifestación, ha admitido que la gente "no es lo suficientemente consciente" de lo que pasó en este edificio durante el franquismo y que hay que hacer "pedagogía a los jóvenes" para que no se vuelva a repetir. "Hay gente muy interesada en volver a una dictadura y las nuevas generaciones tienen que saber lo que eso supone", ha dicho. A la concentración, que ha contado con parlamentos de víctimas y entidades, han asistido miembros de Junts, ERC, Comuns y la CUP.
El Gobierno, presidido por Pedro Sánchez, inició el pasado julio los trámites para declarar el edificio de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya como "lugar de memoria democrática", al haber sido la sede de la policía franquista y representar un "símbolo de la represión sistemática" durante la dictadura franquista. Del mismo modo, tanto el Parlament como el Ayuntamiento de Barcelona, han solicitado con dos mociones la conversión de la comisaría en centro de memoria y el traslado de la policía española a cualquiera de las dependencias que el Estado tiene en la capital catalana. Sin embargo, las entidades memorialistas convocantes de la concentración reclaman que este edificio, donde la policía franquista "torturó física y psicológicamente a personas por defender sus derechos y libertades", deje de ser una comisaría y se convierta en un "espacio de justicia y memoria democrática". Representantes de entidades adheridas a la concentración han leído un manifiesto que recuerda que en la comisaría de Via Laietana "se cometieron delitos de lesa humanidad".
Piden que la represión no se olvide
Maribel Ferrándiz fue retenida en la jefatura de la policía española con su hermano y una veintena más de personas por formar parte del comité provincial de la Llobregat Roja. "Durante treinta y dos días sufrimos todo tipo de torturas y agresiones. Nos ataban las manos y nos hacían caminar por el suelo, no nos dejaban dormir y estábamos solos durante horas y horas", ha explicado el hermano, que ha concretado que la voluntad de las fuerzas del estado era "conseguir más nombres" de compañeros militantes contra el régimen, pero que en este caso, "no lo consiguieron". Para evitar que esta represión quede en el olvido, los dos hermanos han insistido en la importancia de convertir el edificio en un espacio de memoria, especialmente ante el auge de la extrema derecha y los discursos populistas. "El fascismo vuelve. De hecho, no se ha ido nunca, ha estado escondido. Y es importante que los jóvenes sepan qué pasó aquí", ha reiterado el represaliado.
Los partidos catalanes se suman al llamamiento
La concentración ha contado con la participación de representantes de diferentes partidos políticos catalanes. La portavoz de ERC en el Parlament, Ester Capella, ha hecho un llamamiento al Estado a "devolver el edificio" a Cataluña y ha avisado de que "no se conformarán" con una devolución a medias: "La Policía Nacional tiene que estar fuera del edificio", ha remarcado. En una línea similar se ha expresado la portavoz de los Comuns, Aina Vidal, que ha dicho que la conmemoración del 50 aniversario de Franco ha demostrado "la importancia" de reivindicar este espacio, mientras que la presidenta del grupo de la CUP en el Parlament, Pilar Castillejo, ha reclamado que también la histórica cárcel de Trinitat Vella se convierta en "un espacio de memoria de toda la represión que se hizo contra las mujeres". El diputado de Junts Francesc Dalmases ha compartido este posicionamiento y ha remarcado que "el momento es ahora". "En el 50 aniversario de la muerte del dictador no puede haber ningún espacio para su impunidad ni para mantener que su golpe de Estado fue una victoria", ha indicado.