La Plataforma Via Laietana 43, formada por las entidades memorialistas y de derechos humanos impulsoras de la campaña Via Laietana 43, fem justícia, fem memòria, han presentado alegaciones a la propuesta del gobierno español de convertir el edificio de Via Laietana de Barcelona en un lugar de memoria manteniendo los usos policiales. El Ministerio del Interior mantiene su negativa a retirar a la policía española del edificio de Via Laietana, 43 de Barcelona, aunque el mismo Gobierno continúa la tramitación para convertir La Jefatura Superior de la Policía en Lugar de Memoria Democrática. La Plataforma ha presentado ante la Secretaría de Estado de Memoria Democrática 12 enmiendas a la propuesta que quiere sacar adelante el gobierno español y que mantiene la actividad policial en el recinto, y ha convocado una concentración el 23 de noviembre a las 12 horas, ante la jefatura, para reivindicar el fin de la impunidad y la conversión definitiva de este recinto en un espacio de memoria y dignidad. Las entidades denuncian que 50 años después de la muerte de Franco, las políticas públicas de memoria en todo el Estado son "mínimas". La iniciativa cuenta con el apoyo de más de 240 entidades de diferentes ámbitos.

Acusaciones de hipocresía a los partidos

La comisaría de Via Laietana fue un espacio de tortura y vejaciones durante la dictadura franquista y los primeros años de la democracia. Fuentes del Ministerio del Interior, tal como manifestaron a ElNacional.cat, considera que “la declaración de un espacio como de memoria no implica un cambio de uso”, y que “la comisaría de Via Laietana continuará con la función que desarrolla en la actualidad como Dirección Superior de la Policía Nacional en Catalunya”. En una rueda de prensa que se ha hecho en el antiguo centro penitenciario de La Model de Barcelona, la Plataforma Via Laietana 43 ha reclamado que el edificio actual “deje de ser una jefatura policial y se convierta, de forma íntegra y exclusiva, en un Centro de Memoria, Interpretación y Derechos Humanos”, lo que consideran incompatible con el hecho de que se mantenga la actividad policial.

“Hay un obstáculo que está haciendo encallar esta transformación: la gran hipocresía del PSOE, la del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska y por extensión, la gran hipocresía de unos gobiernos que se erigen en grandes defensores de la memoria democrática, y que se niegan a tomar medidas reales y concretas, en Catalunya, para hacerla efectiva”, ha asegurado Toni Coll, miembro de la Plataforma, quien ha explicado que han mantenido reuniones con todos los grupos políticos que, a pesar de expresar cierta voluntad de transformar el espacio y apoyar las reivindicaciones de la Plataforma, no han llevado a cabo ningún paso contundente para hacerlo efectivo. Por eso, las entidades han convocado a la sociedad civil y a todos aquellos que están a favor de que se haga justicia con las víctimas de la represión y la tortura a una concentración el 23 de noviembre a las 12 horas delante de la Jefatura de Via Laietana 43, para seguir sumando apoyos para que la reclamación de las entidades tenga aún más fuerza. 

Más de 240 adhesiones de entidades de muchos ámbitos

Más de 50 entidades se han adherido en las últimas semanas al manifiesto para reclamar esta transformación de la jefatura. En total, ya suma más de 240 adhesiones de entidades de muchos ámbitos diferentes: culturales, sociales, sindicales, políticas y de derechos humanos. También ha recibido el apoyo municipal, con una cuarentena de ayuntamientos que se han puesto a nuestro lado. “Es especialmente punzante ver cómo, 50 años después de la muerte de Franco nos encontramos con una exigua realidad en cuanto a políticas públicas de memoria en todo el estado, y que hechos incomprensibles como que medio siglo después de muerto el dictador todavía no tengamos aquí un centro de memoria, demuestran el trabajo que tenemos por hacer aún en este sentido”, ha asegurado Coll. El miembro de la Plataforma Via Laietana 43 también ha apuntado que “coincidiendo con este 50º aniversario, el hecho de que haya el mismo color político en las tres administraciones implicadas (Estado, Generalitat y Ayuntamiento), no entendemos que se limiten a tener buenas palabras y a la vez no sean valientes y vayan al fondo de la cuestión”.

Estas alegaciones se amparan en el manifiesto internacional impulsado por las entidades memorialistas (Amical de Mauthausen y otros campos y de todas las víctimas del nazismo, Associació Catalana de Persones Ex Preses Polítiques del Franquisme, Ateneu Memòria Popular, Comissió de la Dignitat, Comissió de la Memòria Històrica –ICAB, European Observatory on Memories - EUROM, Fundació Cipriano Garcia – CCOO CAT, Irídia – Centre de Defensa de Drets Humans, Mesa de Catalunya d’Entitats Memorialistes y Òmnium Cultural)  y firmado por 236 organizaciones y 41 ayuntamientos catalanes que reclaman la transformación y conversión del edificio de la calle Via Laietana, 43 en un centro dedicado exclusivamente a la Memoria de la Represión y la Tortura en Catalunya.

¿Qué pide la Plataforma?

Las alegaciones presentadas se centran en cinco bloques que concentran las reivindicaciones de la Plataforma. El primero, que la declaración como Lugar de Memoria Democrática conlleve el cese inmediato de toda actividad policial en el edificio. “Una comisaría y un Centro de memoria no pueden convivir bajo el mismo techo”, afirman. El segundo bloque, que la propiedad tanto del edificio como de sus fondos documentales se transfieran a la Generalitat de Catalunya, “como administración responsable de las políticas de memoria democrática”. El tercero, que el período histórico que se reconoce no se limite al franquismo, sino que incluya la Transición, “porque la represión y la impunidad se prolongaron durante años después de la muerte del dictador”. El cuarto, que este proceso incorpore la voz de las víctimas y de las entidades memorialistas. “No puede ser un proyecto hecho desde los despachos. Debe ser un espacio abierto, colectivo y participativo”, alegan. Y el quinto bloque, que el edificio de Via Laietana 43 se convierta en un Centro de Memoria, con una función pedagógica y de promoción de los derechos humanos. “Debe ser un espacio para explicar lo que pasó, para educar en valores democráticos y para garantizar que nunca más se repitan las graves vulneraciones de derechos humanos del franquismo y la Transición”.