Las compraventas de viviendas están en niveles récord. El pasado mes de mayo se realizaron 61.054 transacciones, el mejor dato para ese mes desde 2007. En junio subió otro 18% encadenando doce meses al alza. El mercado inmobiliario español sigue en plena efervescencia y si se mantiene el ritmo actual, podría llevar al cierre de 2025 con más de 525.000 operaciones, frente a las 425.000 registradas el año anterior, según las estimaciones de Trioteca, plataforma digital especializada en la búsqueda y contratación de hipotecas gratuitas.

Para Ricard Garriga, CEO y cofundador de Trioteca, y también cofundador de la Asociación Española de Brókeres Hipotecarios, este crecimiento no puede explicarse únicamente por factores económicos o demográficos. El experto apunta a un componente psicológico que está condicionando las decisiones de muchos compradores: el FOMO (Fear Of Missing Out, por sus siglas en inglés), o “miedo a quedarse fuera”.

“El FOMO está entrando con fuerza en el mercado”, asegura Garriga. “Cuando el alquiler está tan tensionado que apenas hay opciones viables, muchas personas sienten que deben lanzarse a comprar antes de que sea demasiado tarde. Se genera una rueda donde, cuanta más gente compra, más crece la percepción colectiva de que uno también debe hacerlo” indica.

"Se genera una rueda donde, cuanta más gente compra, más crece la percepción de que uno también debe hacerlo”

Este fenómeno se ve agravado por la escasa oferta de obra nueva, que representa una porción muy limitada del parque disponible. “No se construye suficiente vivienda, y eso alimenta aún más la urgencia. La gente teme que, si no compra ya, después no podrá acceder a una vivienda en propiedad”, advierte el CEO de Trioteca.

En ciudades como Barcelona, el miedo a quedarse fuera se combina con el aumento de viviendas en venta por parte de antiguos arrendadores. “A medida que vencen los contratos de alquiler, muchos propietarios están optando por vender sus pisos, sobre todo ante la presión de la Ley de Vivienda. Eso ha hecho que la oferta en Barcelona haya aumentado ligeramente, algo que no está ocurriendo en otras grandes capitales, donde la escasez sigue marcando la pauta”, añade Garriga.

Esta tendencia también se refleja en los datos de actividad del mercado inmobiliario catalán. Según el portal Fotocasa, en el último año se ha producido un desplazamiento de la demanda desde el alquiler hacia la compraventa. El porcentaje de particulares activos en el mercado de compraventa en el último año ha subido del 14% al 16%, mientras que los que participan en el alquiler han descendido del 17% al 15%.

A pesar de esta mayor disponibilidad puntual, la alta demanda continúa tensionando los precios. “Este 2025 está siendo un año muy interesante desde el punto de vista inmobiliario”, agrega Ricard Garriga. “El miedo a quedarse fuera, la falta de obra nueva y las políticas de vivienda están dando forma a un nuevo tipo de comprador: más emocional, más impulsivo y cada vez más consciente de que esperar podría ser un lujo que no se puede permitir”.

Punto de equilibrio

Sin embargo, Mercedes Blanco, CEO de Vecinos Felices Administración de Fincas y Alquileres, constata que desde el mes de junio se está produciendo un cambio de tendencia y una desaceleración en el interés de los compradores de vivienda. “Hemos notado, según nuestros datos, una bajada de entrada de compradores demandantes de vivienda; en el mes de junio la cifra creció un 11,54% frente al 59,17% interanual registrado durante el primer trimestre”.

Blanco cree que “podemos estar llegando a un punto de equilibrio en el que comienza a sostenerse la demanda”. La experta, miembro del comité de dirección de Fincas Blanco, apunta que, en los primeros seis meses del año, la solicitud de clientes compradores de vivienda incrementó un 73% respecto al mismo periodo de 2024, siendo necesario captar solo 2,5 inmuebles de media para cerrar una venta. Sin embargo, esta cifra ha comenzado a moderarse en los últimos dos meses. 

Esperamos que esta moderación provoque que los precios dejen de subir o, como mínimo, que se moderen y se mantengan. El precio ya se ha tensionado y la capacidad de pago y ahorro de los compradores es la que es, no la podemos ampliar”, advierte la CEO de Vecinos Felices.

Blanco pone el foco en el creciente desfase entre los precios de la vivienda y el poder adquisitivo medio de los hogares españoles, en un contexto marcado por la inflación acumulada y la dificultad para acceder a financiación en condiciones favorables. “La moderación de precios no es una mala noticia, sino una necesaria corrección para evitar una desconexión estructural entre oferta y demanda”, añade. Según la experta, si los precios continuaran creciendo, los únicos potenciales clientes que pueden comprar son los internacionales y no los nacionales.