La Generalitat publicó este lunes una aclaración en el cual especifica que, a la hora de instalar una nueva industria, el promotor puede decidir cuál es la densidad eléctrica con la cual se conecta en la red. La aclaración parte, a juicio de la administración, de una mala interpretación del Real Decreto 842-2002, por el cual la distribuidora eléctrica imponía un mínimo de 125 W por metro cuadrado. Y ahorrará a las empresas inversiones elevadas que dificultaban los proyectos.

La Directora de Energía, Marta Morera, ha firmado una nota técnica en la cual asegura que "la decisión corresponde exclusivamente al promotor del polígono industrial" a la hora de decidir cuál es el grado de electrificación.

El artículo 4.3 del real decreto establece que, en los edificios de concentración de industrias, la electrificación "se calculará considerando un mínimo de 125 W por metro cuadrado y planta, con un mínimo por local de 10.350 W en 230 V y cociente de simultaneidad."

En cambio, la nota técnica, asegura que "si el promotor decide ubicar edificios de concentración de industrias está decidiendo un grado de electrificación de 125 w / metro cuadrado, tal como establece el artículo citado".

Pero "si el promotor decide que no ubicará ningún edificio de concentración de industrias, no resulta de aplicación la regulación arriba mencionada y, por lo tanto, desde el ámbito competencial de la Dirección General de Energía, el promotor podrá decidir libremente el grado de electrificación que establecerá en esta tipología de parcelas".

O sea, que lo varamos de los 125 W tiene a ver con las necesidades eléctricas de cada industria y no es una imposición, como se podía desprender del redactado de la norma.

El responsable de la Comisión de Energía de Pimec, Carlos Enrique Vázquez, ha valorado "positivamente" esta nota técnica.

"Era una medida injusta. Tú querías hacer un almacén para guardar productos, por ejemplo, y la electrificación mínima era excesiva y no te podían contratar menos", dice Vázquez, que reconoce que era una problemática que "afectaba muy negativamente en las pymes". "La aclaración es muy oportuna", completa. "Los que querían hacer naves industriales eran los más perjudicados y los suponía un sobrecoste", desarrolla.

La industria catalana y española, además, se enfrentan a problemas de suministro por el retraso de las inversiones en la renovación de la red. Este nuevo de septiembre, las grandes eléctricas propietarias de las líneas de baja tensión tienen que dar a conocer públicamente la disponibilidad para conectar nuevos consumos y, según publicó Expansión este lunes, el mapa de distribución está bastante saturado y no hay espacio considerable para nuevas conexiones. Centenares de proyectos, muchos de ellos Data Center, han pedido acceso a la red a todo el estado y esperan una respuesta con este mapa que, por lo visto, no será demasiado satisfactorio.