Donald Trump y Ursula von der Leyen se reunirán el domingo en Escocia. El presidente de los Estados Unidos y la presidenta de la Comisión Europea han acordado este viernes, mediante una llamada telefónica, una reunión de urgencia para intentar cerrar un acuerdo que evite la guerra comercial.
Esta cita escocesa se producirá solo cuatro días antes del 1 de agosto, fecha a partir de la cual Trump amenaza con aranceles generalizados del 30% a las importaciones europeas que serían replicados por la UE.
Trump y Von der Leyen han mantenido este viernes una llamada telefónica que esta última ha calificado de "buena". A través de su cuenta de X, la presidenta de la UE ha indicado que "después de una buena llamada con el presidente de los Estados Unidos, hemos acordado reunirnos en Escocia el domingo para debatir las relaciones comerciales transatlánticas y como podemos mantenerlas fuertes".
Por su parte, Trump ha asegurado este viernes que hay "un 50% de posibilidades, o menos" de llegar a un pacto comercial con la UE antes del 1 de agosto. Los mercados han interpretado estas declaraciones con optimismo porque, anteriormente, Trump dijo que había un 25% de posibilidades de cerrar un acuerdo con Japón, que finalmente se firmó este martes.
Según los analistas, el acuerdo con la UE iría en la misma línea que el de Japón: aranceles del 15%, si bien en el caso europeo todavía quedan cuestiones pendientes.
En un encuentro con los periodistas este viernes en el exterior de la Casa Blanca, Trump ha dicho literalmente: "Diría que tenemos un 50% de posibilidades, quizás menos, pero un 50% de posibilidades de llegar a un acuerdo con la UE. Será un acuerdo en que tendrán que dar alguna cosa para reducir sus aranceles, porque ahora mismo están al 30% y tendrán que dar alguna cosa, o dejarlos como están. Pero quieren llegar a un acuerdo con todas sus fuerzas".
El jueves, el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, indicó que el acuerdo estaba "al alcance", pero, en paralelo, por si fracasan las negociaciones, tienen a punto una lista de represalias valoradas en 93.000 millones de euros que afectarían a las importaciones norteamericanas.
En este viaje a Escocia, Trump también se reunirá con el primer ministro británico, Keir Starmer, para "afinar" el acuerdo comercial entre los dos países. El norteamericano siempre ha mostrado más afinidad con el Reino Unido que con Europa, hasta el punto de que no ha perdido la oportunidad de alabar a Starmer: "Un buen primer ministro y una buena persona, está haciendo un trabajo excelente".
Trump está encantado con este viaje a Escocia, la tierra donde nació su madre y donde la familia Trump posee propiedades inmobiliarias. Según informa la Casa Blanca, Trump y Starmer se verán el lunes cerca de Aberdeen, donde el grupo empresarial de la familia Trump posee el complejo turístico de Menie, precisamente donde planea inaugurar un nuevo campo de golf.