El Ministerio de Comercio de China ha anunciado que, a partir de este miércoles, aplicará aranceles de hasta el 19,8% a las importaciones de cerdo procedentes de la Unión Europea. En el caso de la mayoría de cárnicas de España, como Argal, Sánchez Romero o El Pozo, incluidas las catalanas Corporación Alimentaria Guissona (BonArea), Noel Alimentaria o Friselva, se les aplicará una tasa del 9,8%.

Estos nuevos aranceles sobre las importaciones de cerdo de la UE son una represalia por las tasas que Bruselas impuso a los vehículos eléctricos chinos. Aunque las autoridades del gigante asiático anunciaron en septiembre unos aranceles de hasta el 62,4% al porcino europeo, las han reducido a un máximo del 19,8%, que aplicaran sobre diversas empresas del grupo holandés VION, al que castigan porque no colaboró con la investigación antidumping que llevaron a cabo.

A la mayoría de las cárnicas españolas se les aplicará desde este miércoles un arancel del 9,8%, si bien han premiado a la compañía Litera Mead, con sede en Binéfar (Huesca), con una tasa reducida del 4,9% por su colaboración con la investigación. Estos aranceles se aplicarán durante un periodo de cinco años.

El Ministerio de Comercio chino mantiene que la investigación que realizaron detectó que "productos y subproductos porcinos de la UE estaban generando competencia desleal, provocando un daño considerable a la industria en China".

Esta investigación excluyó al jamón ibérico y embutidos, que apenas venden en China. El país asiático es un importante destino para despojos y partes menos cotizadas en Europa como orejas, morros o pies de cerdo.

En 2024, según datos de la patronal Interporc recopilados por Efe, España exportó unas 540.000 toneladas en productos porcinos a China por 1.097 millones de euros, cifra que supone el 12,5% del valor de las ventas exteriores del sector. Por lo que respecta al conjunto de la UE –con otros grandes productores como Países Bajos o Dinamarca–, destinaron a China el 55% de sus exportaciones de cerdo en 2020, cuando este país asiático estaba afectado por una grave epidemia de peste porcina africana. Ahora, cuando la epidemia afecta al porcino español –aunque el foco esté limitado a jabalís de Collserola, al lado de Barcelona–, China presiona mediante aranceles.

Pekín abrió la investigación a mediados del año pasado –también otras contra el brandy o determinados productos lácteos– ante las tensiones con Bruselas a cuenta de los coches eléctricos. Inicialmente, España estaba considerada entre los países impulsores de los aranceles, pero finalmente se abstuvo en la votación en la que se decidió aplicar esas tasas, en octubre de 2024. China y la UE protagonizaron un relativo acercamiento en los últimos meses, en especial tras la escalada arancelaria desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump.